sábado, 27 de abril de 2013

Pinceladas 96


  • Si lo bueno o lo malo depende de la ideología del que lo juzga, corremos el riego de caer en un relativismo caótico.
  • Cuánto nos equivocamos cuando queremos arrastrar a los pueblos a que vivan nuestra vida y nuestros valores, para que éstos sean felices.
  • La felicidad está en la mente y no en las cosas materiales.
  • No conozco a ningún sabio que sea un radical.
  • Qué triste es concebir la vida como una lucha continua entre los hombres.
  • A todos al nacer nos dan un saco vacío, llamado vida. El acierto o desacierto consistirá en saber de qué lo llenamos.
  • Una sociedad  en la que son vecinas la opulencia y la pobreza es una sociedad que moralmente ha evolucionado poco.
  • La vida política española está llena de incongruencias.
  • Si se niega el derecho a nacer, para qué sirven los demás derechos.
  • La ética es humana no religiosa.
  • No nos rompamos la cabeza pretendiendo que nos entiendan los políticos, ellos tienen otra clase de lógica, que aprenden en cuanto que tocan poder.
  • Si todo el dinero que se derrocha y mal gasta se empleara bien, se acabaría con la crisis.
  • Cuando, para justificar la cámara alta,-senado- se dice que es una cámara de representación territorial, yo me pregunto: ¿ A qué territorio representan los de la cámara baja, a Nueva Zelanda?
  • Los recortes tendrían que haber empezado por disminuir esta pesadísima máquina administrativa con la que tratan de gobernarnos.
  •  Es una vergüenza la educación en España, pero este problema no se arregla con huelgas y algaradas, sino con trabajo.
  • Hay individuos en la sociedad cuyo papel es envenenar todo lo que tocan.
  • Es muy fácil hacer una revolución, lo que no es tan fácil es el día siguiente.
  • Los políticos fracasados, si verdaderamente quieren servir al pueblo, tendrían que hacerlo desde su casa.
  • Las horas de la desesperanza son eternas.
  • Las fronteras son las cicatrices de la Tierra.

martes, 23 de abril de 2013

Puertas

He pasado muchas puertas
a lo largo de la vida,
y  presiento  que ya pocas
se abrirán en mi vigilia.

Puertas estrechas y bajas,
ventanucos parecían,
y a corredores estrechos
y sombríos, conducían.

Puertas enormes de hierro,
inexpugnables, altivas,
guardadas por vigilantes,
y que miedo me infundían.

Puertas deformes y viejas
de barrotes construidas,
antros obscuros guardaban,
que mazmorras parecían.

Puertas modernas, de vidrio,
sin gracia y sin armonía,
que taponan las paredes,
 muy vulgares y anodinas,

Puertas hermosas, de piedra,
hechas con arte y maestría,
que tardas en penetrar,
porque te recrean la vista.

Puertas sencillas de pueblo
con olor a pino y riga,
abiertas a la amistad,
que te dan la bienvenida.

Puertas diáfanas, blancas,
puertas de casas  amigas
que te invitan a pasar
con júbilo y cortesía.

Puertas de tu hogar querido,
fiel recinto de alegría,
que la luz hace que pase
y custodia a tu familia.






martes, 16 de abril de 2013

Monarquía o república.

A veces las ideas abstractas, puras, impolutas, son eso solamente, ideas, pero cuando se trata de llevarlas a la vida real, muchas veces no funcionan.

Cuando uno peina canas, y no muchas, y reflexiona sobre la actualidad, a la luz de la historia, sin olvidar nunca que ésta es una buena maestra, aunque haya muchos discípulos que no quieran aprender sus enseñanzas, y caigan de nuevo en los errores de sus antepasados, se decanta uno por aquello que, aunque idealmente no sea lo más perfecto, sí ha resultado ser lo más práctico.

En estos días corren nuevos vientos republicanos. En la transición la izquierda, ideológicamente republicana, admitió la monarquía como un mal menor, para que fueran legalizados todos los partidos, incluido el comunista, pero esos tiempos y esas circunstancias se han olvidado ya. Los que tratamos de apartarnos lo menos posible de la lógica y la racionabilidad, admitimos que en una democracia la monarquía no tiene más justificación que el que sea aceptada libremente por el pueblo, no vale el derecho de sucesión sin la aceptación popular.

Hoy por hoy, el problema de España no es la monarquía, sino la clase política. No es la monarquía la que nos ha llevado a esta crisis, sino los malos políticos que han pecado de acción y omisión. Los detractores de la corona magnifican cualquier sombra que proyecte la figura real para denigrarla y hacerla impopular y de esa manera tratar de implantar su deseada república.

No podemos olvidar que las dos veces que en España ha habido un gobierno republicano, las cosas no han funcionado bien.La efímera primera república terminó, casi antes de empezar, por su inestabilidad institucional, cuatro presidentes del ejecutivo en poco más de un año.La segunda república no fue capaz de velar por el orden y la convivencia social. Los crímenes, la quema de conventos, los excesos callejeros, los desórdenes de toda clase propiciaron una guerra civil que duró tres años y que terminó con un largo período de dictadura.

Aunque racionalmente, la república está más que justificada, no podemos olvidar que es la voluntad popular la que tiene que optar por una u otra forma de estado, y hoy por hoy opta por la monarquía, que ha contribuido muy positivamente a que gocemos del mayor período de paz y concordia de nuestra historia. Monarquía o república no es lo más importante. Los países más prósperos de Europa, unos tienen república y otros son monárquicos.Lo que importa es que los gobernantes sean honestos y eficaces.












domingo, 14 de abril de 2013

Déjame remar contigo

Déjame remar contigo
por los mares de la vida,
abrir camino en la mar
hiriéndola con mi quilla.

Mirar los dos al océano,
balsa de azulada tinta,
luna de reflejos claros,
cristal  de savia  infinita.

Llenar de azul la mirada,
inundarla de alegría
al ver los bellos corales
que en estos mares habitan.

Juntar tu cara y mi cara
y que nos bese la brisa,
y los pinceles del sol
nos pinte morena túnica.

Y manejar nuestros remos
acompasados, sin prisa,
y una estela de algodón
envuelva la barca mía.

Cuando azoten las borrascas
a la mar fuerte y bravía,
sortearemos los peligros
navegando con maestría.

Y triunfantes llegaremos,
después de vencer la ira
de Tifón embravecido,
al buen puerto de partida.










viernes, 12 de abril de 2013

Cara y cruz


Cuánto me alegra poder escribir cosas agradables sobre nuestros políticos, pero a la verdad que muchísimas veces me lo ponen difícil. Hoy voy a aplaudir la iniciativa del ayuntamiento de Los Realejos que ha logrado aglutinar y comprometer a un buen número de empresas para que ayuden a un centenar de familias necesitadas. Ya era hora de oír algo agradable en estos tiempos difíciles que nos han creado las clases poderosas. Bien por mi ayuntamiento, que siga esa línea y cunda el ejemplo.

También me alegra comentar la noticia de que en verano van a seguir funcionando los comedores escolares para atender a aquellos niños de familias necesitadas y que no pueden atender debidamente a sus hijos. Los contribuyentes nos damos por bien pagados cuando vemos que nuestros impuestos se emplean bien. Estas dos noticias pertenecen a la cara de este modesto escrito. Pero también tiene su cruz.

"Algo más de 16 millones de euros en siete años no es una cifra en modo alguno despreciable, más aún cuando ahora se buscan recursos para hacer frente a las necesidades hasta debajo de las piedras. Esa es la cantidad que el Gobierno de Canarias, primero con Coalición Canaria (CC) y Partido Popular (PP) al frente y ahora con CC y PSOE llevando sus riendas, se ha gastado en publicidad y propaganda institucional desde el año 2007 hasta ahora."

Los ciudadanos no podemos comprender estos derroches y este tirar el dinero.¿Qué publicidad y propaganda tiene que hacer un gobierno? Habría que averiguar a dónde ha ido a parar este dinero.Cuántos servicios se podrían haber dado con 16 millones de euros. A estos gobernantes les falta una buena dosis de sensibilidad y sentido de la justicia. Mi dinero, como contribuyente, y creo que la mayoría de mis conciudadanos piensan igual, quiero que sirva para dar servicios públicos y no para publicidad y propaganda de quién sabe qué cosas.

"La llegada de las Fiestas de Mayo significa para la ciudad vivir un tiempo lleno de tradiciones y un encuentro con sus raíces . Por este motivo, el ayuntamiento capitalino ha decidido mantener este año toda la programación de festejos, a pesar de las limitaciones presupuestarias. El presidente del Organismo Autónomo de Fiestas, Fernando Ballesteros, asegura que es un logro destinar una cantidad similar a la del año pasado con la importante reducción que ha sufrido el presupuesto de festejos."
Seguimos teniendo ediles insensibles ante las grandísimas necesidades de nuestros ciudadanos. Sr. Ballesteros: No se puede catalogar de logro el gastar en fiestas un dinero que hace falta para vivienda y para comer. Las fiestas las hace el pueblo, y éste no necesita de derroches ni de gastos, que hoy por hoy no nos podemos permitir. Atienda Vd. a las necesidades de nuestro pueblo, y cuando éstas estén atendidas, entonces, dedíquese, si quiere, a montar festejos.

martes, 9 de abril de 2013

Pinceladas 95


  • A veces, el saltarse la ley a la torera, se le llama progresismo.
  • Importa poco que el vaso sea de cristal o de porcelana, lo que importa es la calidad de lo que se bebe.
  • No es bueno pertenecer a un grupo que  secuestre tu mente y te separe de los demás.
  • Aquello de: "Conmigo o contra mi" es propio de mentes estrechas y de corazones pequeños.
  • Cuánto lastre soporta la iglesia, después de tantos siglos de existencia.
  • Cuando los problemas sociales se politizan, tienen mala solución.
  • La clase política española debe de ser sorda, no escucha los clamores del pueblo.
  • En España solamente van a la cárcel los raterillos, los grandes ladrones que han despojado las cajas de ahorros y nos han llevado a la ruina, esos tienen patente de corso.
  • No hay ninguna idea que valga una vida humana.
  • No me hablen de pecadillos, cuando convivimos, sin importarnos, con los grandes pecados: la guerra, la pobreza, la miseria, la explotación del hombre, la avaricia que atesora los bienes que otros necesitan para vivir.
  • En una democracia, las leyes no pueden ser el escudo del poderoso.
  • La palabra tiene una cara y una cruz.
  • La juventud actual nunca nos podrá perdonar la vida de desesperanza que están viviendo.
  • Es muy peligroso no crear espíritu de unión en un pueblo, tristemente estamos padeciendo esta lacra de desunión que no nos permite tirar todos del carro en la misma dirección para salir de la crisis.
  • Los ciudadanos de hoy no nos contentamos con oír buenas palabras de parte de los políticos, esa es la música de fondo de la película, lo que nos interesa es el argumento.
  • Qué país es este, donde preocupan más los políticos que los problemas de los ciudadanos....
  • No hay soberbia más refinada que la falsa modestia.
  • Posiblemente, en la vida, podría haber tenido cargos más importantes, pero seguro que no me hubieran hecho más feliz.
  • Hay políticos a los que se les desmorona su ideología, cuando no les dan lo que quieren.
  • Con los hechos nos han demostrado que muchos políticos  más que luchar por la democracia luchaban y siguen luchando por el reparto de la demotarta

domingo, 7 de abril de 2013

Cara de la Palabra

La palabra tiene una cara y una cruz.
Yo quiero mostrar solamente la cara,
y no la cruz.  En la vida ya existen
demasiadas cruces.

Palabra don de los dioses,
siempre conmigo te llevo,
variopinta, variada,
mil formas tiene tu verbo.

Palabra de tierno infante
que más bien es balbuceo,
expresiones que comienzan
expresando sus deseos.

Palabras de dulce madre,
música que llega al cielo,
melodías cadenciosas
que duermen  en el recuerdo.

Palabras de enamorados,
son susurros y  requiebros
que más que emitir los labios
expresan los sentimientos.

Palabra de la amistad,
de corazones sinceros,
de personas que se aman
con sinceridad y afecto.

Palabra que da la vida,
palabra que da el consuelo
al alma desesperada,
porque  todo lo ve negro.

Palabra que educa al niño
a vivir en este suelo,
portadora de valores
que anhela un mundo nuevo.

Palabras, rectas palabras
que pacifican los pueblos,
que clarifican las mentes
y siembran la paz en ellos.






viernes, 5 de abril de 2013

La educación un problema nacional


Por desgracia, todos los problemas no se arreglan con dinero, aunque haya quien piense que sí. Y una prueba fehaciente de lo que digo es la educación, hay otros factores, ninguno determinante, pero sí muy importantes, que influyen directamente sobre esta ardua, difícil y delicada labor.Hoy estos factores parece que están olvidados, y somos tan ilógicos, que pretendemos recoger la cosecha sin haber sembrado la semilla.

La educación tiene un factor social muy importante, diría que ocuparía, en una escala de valores, el primer lugar, y el educando tiene que ser consciente de este gran valor.Nacemos en la sociedad, familia, y vivimos y nos desarrollamos en ella. No podemos olvidar que de la sociedad recibiremos todo aquello que entre todos seamos capaces de construir.

Hoy nos domina una filosofía basada en la exigencia de nuestros derechos, a los demás; y esto no es malo, siempre que no olvidáramos que esto no se puede conseguir sin formar ciudadanos responsables, que primeramente se exijan a sí mismos, y cumplan con sus deberes. Pero esta segunda parte, por el sacrificio y renuncia que implica, la estamos olvidando, de tal manera que estamos formando unas personas oportunistas, sin apreciar en su justo punto los valores humanos. La ética la hemos desterrado de los criterios que deben regir la vida social. La vida política no es un buen ejemplo donde se pueda mirar las generaciones que tratamos de educar.

El problema educativo español está sin resolver, y lo peor del caso es que no se ve ninguna intención de nuestros gobernantes por hacerlo. Hay que darle una buena formación al profesorado y hacer una selección adecuada de los candidatos que aspiran a desarrollar esta labor tan importante, pero, sobre todo, hay que tener una legislación que vele por el bien del ciudadano, por su formación humana. Pero no hay forma de poner de acuerdo a los distintos partidos para que dejen aparte sus ideologías y lleguen a un consenso. No se puede seguir, después de tantos años de democracia, sin intentar resolver este gran problema.