lunes, 16 de octubre de 2017

Malos mimbres





Con malos mimbres no se puede fabricar un cesto de calidad, pronto se degenera y termina por romperse. Pues eso le está pasado a nuestra democracia en estos últimos años. Han proliferado pequeños partidos radicales, aprovechándose del malestar de la gente, a causa de la crispación generada por la crisis económica, y su efecto más pernicioso:el paro.

Pero esta proliferanción de agrupaciones políticas no están demostrando haber nacido para solucionar los problemas del país, sino para empeorarlo, y digo esto, porque no se ve que colaboren en nada útil y tendente a mejorar el estado de los ciudadanos, toda su política es la de la confrontación, y la destrucción de las instituciones democráticas, saltándose a la torera todas las leyes que les impiden sus tácticas destructivas.

La democracia es una forma de gobierno muy delicada, y la libertad, que permite a sus ciudadanos, se le puede virar en contra, por lo que los gobiernos y la judicatura deben estar en una vela constante, para que esto no suceda. Creo que esta vigilancia ha fallado, sobre todo en estos últimos años.

La democracia no puede existir sin unas reglas de juego, cada uno puede pensar como quiera, pero a la hora de tomar parte del gobierno de cualquier institución debe respetar todas las leyes, y de manera especial la constitución. Es un contrasentido que existan partidos legalizados, y que no admitan ni la constitución ni parte del estamento jurídico, esto está fuera de toda lógica.

sábado, 14 de octubre de 2017

España

La izquierda radicalista ha tomado por bandera el ataque, un día sí y otro también, a España y a sus instituciones. Pero yo, ciudadano de a pie, sin inclinaciones partidistas, le preguntaría, qué entienden por España, de verdad, me gustaría oír de sus labios, a qué se refieren cuando ponen en solfa a esta vieja nación, porque a veces me da la impresión que hablan y hablan como los loros, sin saber lo que dicen.

Primordialmente, España somos los españoles, las personas : tú, yo, mi familia, mis vecinos, mis amigos, los habitantes de mi pueblo, de mi región, de todo el solar hispano. Las demás connotaciones  que completan la nación española, aunque importantes, son secundarioas. Estos tipos cuando ofenden a España, están ofendiendo a la pieza principal de este puzle, que somos los españoles. La bandera es un símbolo representativo, no representa a ningún partido, ni a ninguna tendencia política, representa a la nación española, en primer término a sus habitantes.

Si alguien se quiere desmarcar de esta concepción de España, está falseando su esencia, y sustituyéndola por un sucedáneo que nada tiene que ver con la realidad.

lunes, 9 de octubre de 2017

Dialogar.



Los problemas, claro está, hay que resolverlos, o por lo menos intentarlo. Pero resolver un problema no consiste en taparlo, para que dentro de un tiempo vuelva a aflorar. Para resolver un problema hay que ir a la raíz, a las causas que lo han motivado, y acabar con ellas.

Si los políticos catalanes proclaman unilateralmente la independencia serán reos de sedición, y como tales habrá que juzgarlos e imponerles las penas correspondientes.

Hay quien aboga por el diálogo, y yo también estoy convencido de que mientras sea posible resolver los problemas por esta vía, debe de hacerse. Pero los delincuentes no son personas aptas para dialogar.

En el diálogo, en Cataluña, deben participar representantes de todas las fuerzas políticas que acaten la constitución y los derechos de los demás pueblos del Estado. Después vendrá si es conveniente modificar la carta magna, si así lo considera conveniente la mayoría de españoles.

domingo, 8 de octubre de 2017

Vergonzoso

Suelo ver, de vez en cuando, la película de la 2 del programa historia de nuestro cine. Pero hoy me ha indignado y me ha asqueado, y no he tenido más remedio que apagar el televisor y venirme al ordenador para desahogarme con estás lineas que estoy escribiendo. Estoy hablando del bodrio inhumano de película titulada "La portentosa vida del padre Vicente" del valenciano Carlos Mira.Con razón estuvo prohibida, y sobre todo en Valencia, donde no se estrenó hasta el año 1881.
  No solo es una sarta de secuencias irreverentes con la figura de San Vicente Ferrer, a esta falta de respeto a la iglesia y a sus creyentes ya nos tienen acostumbrados, por desgracia, un buen número de los cineastas modernos españoles, sino que lo que me ha sacado de quicio es  el asesinato de un bebé y el descuartizamiento del mismo para hacer un guiso con su carne. En este momento apagué el televisor, asqueado de estos dementes, de estos locos perversos o enfermos mentales.
   Y hago mi más firme protesta a la cadena estatal que programa esta basura inhumana. No hay derecho a que el dinero de los contribuyentes se despilfarre en espectáculos inhumanos como éste.

lunes, 2 de octubre de 2017

El Cainismo español

El Cainismo español ha hecho mucho daño a través de la historia, llegando a su punto álgido en la guerra del 36. Mientras los ejércitos luchaban en el campo de batalla, el Cainismo se cebaba en la población civil , ajustando cuentas y segando vidas de inocentes, simplemente por rencores personales o por pertenecer al otro bando.
  Durante la larga dictadura hubo tiempo de pensar y meditar en las barbaries cometidas, y los padres de la transición fueron conscientes de unos acontecimientos que había que evitar, por todos los medios, que volvieran a repetirse. Cediendo de una y otra parte elaboraron una constitución que nos permitiera vivir en paz a todos. En los años siguientes se limaron asperezas, se respetaron ideologías, y el Cainismo desapareció, con gran alegría de todos. Pero los que no han vivido aquellos tiempos no son conscientes de sus trágicas consecuencias, y están resucitando de nuevo el odio y la división entre los ciudadanos. El Cainismo ha vuelto a nacer, porque hay quien ha abonado la tierra y ha sembrado la semilla de este monstruo. Se podrán dar por contentos los que han echado por tierra la labor de convivencia y de entendimiento de 40 años.