jueves, 23 de abril de 2009

Hoy le toca al fútbol

Hablemos hoy de fútbol, este deporte de masas, que más que deporte se ha convertido en un gran negocio para unos pocos. Si lo miramos bajo el punto de vista social, ha llegado, orquestado claro está, por los interesados y beneficiarios de él, a convertirse en un mito para mucha gente, esencialmente es un deporte, un juego y nada más. Las locuras que cometen ciertos grupos e indivíduos no tienen sentido racional y demuestran personalidades poco maduras.

Es el deporte que menos ha evolucionado en sus reglas y en el uso de nuevas tecnologías, esto es un sin sentido y demuestra la poca voluntad de sus dirigentes por hacer las cosas bien hechas, y cabe la sospecha de que de esta manera, pueden tener un margen de influencia en los resultados de los partidos. Simplemente un penalti o un gol ,mal apreciados por el árbitro ,hace cambiar, en muchos casos, el resultado del partido. Esto se puede evitar aplicando recursos técnicos, como hacen en otros deportes, y así evitar estos errores.

Hay que permitir que se pueda disponer de toda la plantilla ,en cada partido, y que se puedan hacer los cambios que se considere oportuno , sin más límite que el número de jugadores de la plantilla. De esta manera ganaría el espectáculo y sobre todo se evitarían muchas lesiones ,y contribuiría a que los futbolistas que no juegan casi nunca, lo hicieran con más frecuencia, manteniendo una plantilla más activa.

Capítulo aparte merecen los árbitros españoles, con contadísimas excepciones, qué diferencia con los restantes árbitros europeos, que son los que más vemos en televisión. Carecen de madurez humana, parecen estar al acecho de la más mínima falta que cometa el jugador, para sancionarla y no dejar jugar con tranquilidad. Parece ser que mientras más piten, mejores árbitros se creen. Y no digamos nada del uso de las tarjetas, no hay árbitros más tarjeteros en ninguna parte del mundo. El mal uso de las tarjetas hace que los jugadores se reserven y no jueguen con la soltura y energía que este deporte requiere. A veces hay expulsiones inmerecidas y esto suele ser muy perjudicial para el desarrollo del partido.Hay que cambiar los criterios que se aplican a las tarjetas, sobre todo cuando no se aprecia intención de hacer daño.
Los castigos en el fútbol, a veces son excesivos, hay penaltis cometidos por el portero, que conlleva la pena máxima y la expulsión del guardameta, esto es demasiado, no hay necesidad de tanto castigo, no ha matado a nadie.