jueves, 18 de agosto de 2016

Políticas arcaicas

Hay políticos a los que se le llena la boca de modernismo y progresismo y sinembargo siguen anclados en las antiguas formas radicales de hacer política, no han cambiado nada, el pueblo del siglo XXI ha optado por una renovación más práctica, más eficaz, pero ellos erre que erre en sus formas arcaicas. Esas barreras que crean, a la hora de formar gobierno, no las quiere el pueblo, éste ha optado por la diversidad, por el entendimiento, por aprovechar y aunar criterios y actitudes y que todos sumen y aporten todo lo que tienen de positivo . Pero estas aspiraciones ciudadanas chocan con la cerrazón de algunos, con los egoísmos estériles y cortos de vista, que no saben o no quieren leer el lenguaje de las urnas. Lo más práctico sería formar gobiernos de coalición, y que cada partido estuviera representado en el gobierno en razón directa a los escaños conseguidos. Pero estoy pidiendo a los políticos que antepongan el bien de la nación a sus propios intereses, y por desgracia, esta lección parece que aún no la han aprendido.

Nueva esclavitud

Existen muchas formas de esclavitud, de sometimiento, que nos pasan desapercibidas en pleno siglo XXI, y lo peor del caso, es que no se trata solamente de una esclavitud corporal, como sucedía con los antiguos esclavos, sino que es más grave aún, hoy la esclavitud es plena, es una esclavitud fisicomental. Y esta clase de esclavitud está tan arraigada en la persona, que domina su entidad y la absorbe, sin dejar opción a otras alternativas. No se puede llamar sino esclavo a quien se deja dominar por el dinero, por los deportes, incluso por los instrumentos musicales, y un largo etcétera . Estos se pasan la vida, no sirviendo a su señor, sino sirviendo a un sustituto, en la mayoría de las veces, efímero y sin valores. Son instrumentos de la avaricia y de la soberbia de los que manejan los hilos de la sociedad. Sociedad, cuyos dirigentes inventan formas distintas, pero el fondo siempre es el mismo : poder.