martes, 10 de agosto de 2010

¿España federal?.-P-

¿A dónde va España?.- El ambiente que nos han creado algunos grupos de políticos, haciendo una labor de zapa contra todo lo que ellos consideran que son valores españoles, nos ha llevado a una desvalorización de la idea de patria, tanto es así que hasta los políticos no nacionalistas, parece que se avergüenzan de pronunciar el nombre de España, sustituyéndolo, cuando tienen que usarlo, por el sucedáneo insulso de "este país". La primera fase de su campaña secesionista, desprestigiar a España y desvalorarla, parece que la están logrando.

En la segunda parte de su campaña, división de España, están dando pasos considerables. No debemos dejarnos engañar cuando oímos a unos reclamar un estado federal, según las circunstancias, y otras veces, claramente, exigir una independencia de su territorio, si no pretenden anexionarse otros territorios ajenos. Esta idea del federalismo es un paso más en su propósito de la división nacional en nuevos reinos de taifas, realizado este paso, no se van a detener, sino que seguirán reclamando hasta conseguir sus metas secesionistas.

La España federal sería una forma más de gobierno, ni me agrada ni me desagrada, aunque claro está, que las perjudicadas serían las comunidades autónomas más pobres, pero lo que sí tengo muy claro es que sea cual fuere la modalidad, ésta tiene que ser aprobada en referendum por el pueblo español, y no traficada por unos pocos, con unos gobernantes que se arrogan los derechos del pueblo soberano y actúan como dueños y señores, anteponiendo sus intereses
particulares a los de la nación.

Hay que estar muy atentos y no dejar que unas minorías egoistas e insolidarias impogan a la mayoría su forma de pensar y de hacer. En democracia, es el criterio de la mayoría el que debe prevalecer y no el de la minoría, sobre todo, cuando este criterio no beneficia a todos.

Ideologías.

El hombre hace en la vida
lo que su cerebro piensa,
porque éste tiene grabadas
las normas de su existencia.

Formadores de los hombres,
son los que siembran ideas,
que nacen y nos indican
de nuestras vidas, las sendas.

Y estas sendas, ¿dónde llevan?
Desconocemos las metas.
No sabemos donde están
pues nadie de ellas regresa.

Todo se siembra en la mente,
todas las formas reflejan
manipulación que el hombre
practica con sus ideas.

No hay doctrinas que pretendan,
libertad, sin claras rentas,
todas buscan obtener
cosecha para el que siembra.

Pedestales de deidades
usan para darle fuerza
a sus palabras humanas
revestidas de grandeza.

Amedrentan, con misterios,
mentes sencillas y buenas,
llenándolas de temor
y de promesas eternas.

Otros siembran en la vida
los odios y las contiendas,
en vez de sembrar la paz,
provocan terribles guerras.

A los jóvenes predican
patrias, honores,grandezas,
para que entreguen sus vidas,
sin pensar en consecuencias.

Y con las vidas truncadas
de los que van a la guerra
se construyen sus imperios
en esta vida terrena.

Se consideran distintos,
poseedores de la ciencia
que les permite emitir
doctrinas que nunca yerran.

Semidioses de un estado
ateo, por excelencia,
¿para qué quieren los dioses,
si ellos mismos se endiosean?

Tropezar en la misma piedra.

La humanidad nunca aprende
sin romperse la cabeza,
todos queremos sentir
los golpes en nuestra testa.

No aprendemos si el vecino
con razón nos aconseja,
preferimos, insensatos,
rompernos nuestra cabeza.

Pero con la testa rota
y cubierta con las vendas,
volvemos a tropezar,
torpes, en la misma piedra.

Mil cosas hacemos mal
sin pensar sus consecuencias,
sin poder dar marcha atrás,
pues tarde nos damos cuenta.

La guerra sigue adelante
creando grandes problemas,
y no resuelve ninguno
pero muchos otros crea.

Políticas mal llevadas
por generaciones viejas,
y vuelven a practicarlas
las generaciones nuevas.

Cuántas vidas ¡ay! se pierden
en las negras carreteras,
porque seguimos, incautos,
olvidando la prudencia.

Escribamos una biblia
con las malas experiencias,
a ver si los ciudadanos
hacemos caso al leerla.