domingo, 29 de enero de 2012

No entiendo nada.

Ya mi capacidad de sorpresa hace tiempo que la agoté, porque si no, seguro que hoy, la tensión estaría por las nubes. No entiendo como el ayuntamiento de Los Realejos ha tomado una decisión tan equivocada y fuera de tono. Tenía un buen concepto del actual alcalde de la Villa, me parecía un hombre, dentro de su juventud, prudente, ponderado, atento, educado, y a la verdad que no esperaba que echara un borrón como este dentro de la plana de su curriculum.

No se puede premiar, ni poner como ejemplo de buen ciudadano, a un individuo que no respeta lo más mínimo el obrar, pensar y sentir de aquellos que no se avienen a sus normas y directrices. Todos podemos disentir de un presidente o político, e incluso de algunas normas ideológicas  de un determinado partido, lo que no es lícito, por inmoral, es mentir e insultar constantemente al presidente de Canarias, aplicarle los apelativos más denigrantes, esto es ofender indirectamente, a todos los canarios.

No se puede premiar a un individuo que ha sido censurado publicamente por el Parlamento de Canarias por su línea editorial nefasta.

No se puede premiar a un individuo que trata de ofender con metiras e insultos a todo lo que huela a español, tratando de sembrar la desunión entre los habitantes de las islas y la península. Su apellido debe ser chino.

No se puede premiar a un individuo que tiene declarada la guerra a la ciudad hermana de Las Palmas, a quien ofende e insulta cada vez que le da la gana.

No se puede premiar a un individuo prepotente y soberbio, creyéndose que su periódico el Dia es el único diario merecedor de crédito en todo el archipiélago. Pavoneándose, refregando las estadísticas  de tener el diario número uno de Canarias. Estos regodeos son más propios de niños chicos, que no tienen afianzada su personalidad, que de personas maduras.

No se puede premiar a un individuo que no sale de un juicio para entrar en otro, por su mal hacer periodístico.

 Por último tengo que decir que he sido comprador, lector y colaborador del diario el Día durante 40 años y que ante la desviación que ha tomado dicho periódico, opté por darme de baja, hasta que este personaje deje de desprestigiarlo y vuelvan las aguas a su cauce.

  Sr.Alcalde somos muchos, me atrevería decir que muchísimos, los que no entendemos que se premie a personajes con estos comportamientos, le rogaríamos que nos lo explicara.