sábado, 14 de julio de 2012

Florecillas políticas

Tenemos unos políticos con unas miras tan amplias y generosas que merecen todo nuestro reconocimiento por su honradez y su veracidad......Es que ni escogidos nos salen mejor. El otro día oía al Sr. Llamazares, apuntado al "paro político" de por vida, sin dar un palo al agua y cobrando del erario público un más que respetable sueldo, decir que en España no sobran políticos, que tenemos pocos comparados con otros países. No se de dónde se ha sacado este señor los datos que le puedan avalar tal afirmación, porque todos sabemos que es todo lo contrario. La veracidad es ave que no vuela por los cielos contaminados de la política. Sr. Llamazares, el pueblo nombra a los políticos para que gobiernen y administren bien los bienes comunes y no para cobrar de por vida, calentando un banco.

Se lamentaba el buen señor de que hay una campaña orquestada contra los políticos para acabar con la democracia. No se qué entiende este señor por democracia, porque lo que hoy tenemos es una "politocracia", una invasión de la clase política y sus allegados. Algunos de los políticos se han atrevido a hacerse eco de lo que dice el pueblo, pero la mayoría siguen con una sordera impenitente.

El pueblo quiere una auténtica democracia, donde prive el bien común, y no como ésta que padecemos, en la que la clase política nos ha llevado a la ruina por sus derroches y por su falta de vigilancia sobre los bancos e instituciones financieras. Los que criticamos esta forma de hacer política no atacamos a la auténtica democracia, los que le atacan son los malos políticos que la prostituyen y corrompen. La condena de los malos políticos no tiene nada que ver con los ataques democráticos, todo lo contrario, se trata de depurarla y defenderla. Esa forma de manifestarse es una excusa y una tremenda arrogancia al identificar la clase política con la democracia.

Sr. Llamazares, ya es hora de que deje de vivir de los impuestos públicos y haga algo productivo para este pueblo.