martes, 13 de marzo de 2012

La abuela

Dulzura y bondad derrama
cuando trata con sus nietos,
los ve crecer y vivir
como hermosos tallos tiernos.

Se complace cuando mira
sus juegos y pasatiempos,
y los atiende, gozosa,
con cariño y con esmero.

Ya pasó su juventud,
pero siempre,en el recuerdo,
permanece su niñez
que renueva con sus nietos.

No siente nostalgia alguna,
noltalgia de aquellos tiempos,
pues se mira en los espejos
que le abrazan con afecto.

Brota de nuevo la vida,
se ha renovado de nuevo,
y en su jardín de esperanza
nuevos claveles nacieron.

Los cuida con gozo y mimo
los riega con mucho esmero,
hasta que en su pecho nazcan
los últmos crisantemos.