En tiempos de la dictadura de Franco, corría una leyenda, supongo que interesada, que calificaba a España como un país no apto para ser gobernado en democracia por la poca disciplina de sus posibles dirigentes y el peligro de que volviera a fomentarse el separatismo de vascos y catalanes. Hoy vivimos tiempos difíciles, la política ha invadido la vida social española y los políticos se han adueñado de las arcas recaudatorias y las manejan a su antojo, como si fueran dueños y señores de un patrimonio del que solamente son administradores.
Los reinos de Taifas existentes hoy día, son inviables económicamente hablando, el pueblo pide otra forma de gobernar, pero los políticos hacen oídos sordos a este constante clamor. La reforma que el pueblo pide a gritos y que el Sr. Rajoy ha propuesto, ha nacido muerta porque las autonomías no están dispuestas a dejarse gobernar por nadie, sino hacer lo que han venido haciendo hasta ahora: gastar y despilfarrar el dinero que no tienen. Se han montado en el tren de los nuevos ricos y no están dispuestos a bajarse de él, ni ellos ni sus allegados.Me estoy creyendo aquello de que España es ingobernable, pero no por el pueblo, sino por los políticos, que todos quieren ser soberanos e intocables.
Por otra parte la reforma no suprime estamentos que solo valen para darle empleo a los políticos: diputaciones provinciales, senado, y tantísimos otros organismos ineficaces. Vamos a ver en qué queda todo esto. Nos tememos que quede en una orquestación de propaganda y palabrería para quedar todo como estaba.
Los contribuyentes nos estamos cansando de tanto impuesto y de tanto despilfarro de nuestro dinero. No se hasta dónde llegara esto, pero las cosas van por unos derroteros muy peligrosos.
lunes, 24 de junio de 2013
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