lunes, 9 de octubre de 2017

Dialogar.



Los problemas, claro está, hay que resolverlos, o por lo menos intentarlo. Pero resolver un problema no consiste en taparlo, para que dentro de un tiempo vuelva a aflorar. Para resolver un problema hay que ir a la raíz, a las causas que lo han motivado, y acabar con ellas.

Si los políticos catalanes proclaman unilateralmente la independencia serán reos de sedición, y como tales habrá que juzgarlos e imponerles las penas correspondientes.

Hay quien aboga por el diálogo, y yo también estoy convencido de que mientras sea posible resolver los problemas por esta vía, debe de hacerse. Pero los delincuentes no son personas aptas para dialogar.

En el diálogo, en Cataluña, deben participar representantes de todas las fuerzas políticas que acaten la constitución y los derechos de los demás pueblos del Estado. Después vendrá si es conveniente modificar la carta magna, si así lo considera conveniente la mayoría de españoles.