sábado, 30 de mayo de 2009

A mis nietos




















A mis ángeles bonitos Sergio y Pablo

Han brotado en mi jardín dos rosas blancas
con caritas de nieve, y ojos de ágata,
savia nueva y fresca, frentes de plata,
retoños vigorosos, sonrisas francas.

Los dioses me trajeron del alto cielo ,
en nubes espumosas, blancos luceros,
para que aquí en la tierra, brillen radiantes ,
alumbrando gozosos nuestros semblantes.

La vida que destilan, lo llena todo,
contagian con sus risas nuestra existencia ,
a su lado no hay duelo, dolor ni pena ,
alegran nuestra casa con su presencia.