El reloj me funciona con retraso,
sus manillas no corren ni adelantan,
todo ha llegado tarde en esta vida,
mi deseo a la realidad, nunca alcanza.
Busco el porqué de este secreto enigma
y consulto a los dioses y a los sabios,
nadie da solución a mi problema
ni vislumbra la causa de este agravio.
Escudriño con lupas mi existencia
recorriendo pasajes y vivencias,
mas no hallo la razón de esta tardanza,
tampoco la versión de esta ocurrencia.
Del Olimpo las musas me visitan
cuando mis sienes se tiñen de blanco,
también ellas se olvidan,y no acuden
a la cita, en el tiempo señalado.
Porque el poeta amargado se lamenta,
descontento con el don de las diosas,
no me concedisteis hijos a tiempo,
solo nietos en horas ya remotas.
Ya no hay tiempo de mas lamentaciones,
la vida no se gasta en el lamento,
hay muchas sendas nuevas por hacer
y esperanzas que cumplir cada momento.
lunes, 28 de septiembre de 2009
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