lunes, 20 de junio de 2011

El Tablao

Esperando un año más
todos aguardan la feria,
el mayoral de la Jara
y el casero de la sierra.

Con sus calzones de pana
y su chambra de franela
al pueblo se van a holgar
y a hacer tratos con las bestias.

Junto al Paseo de los Llanos
el tablao monta sus tiendas,
con reatas de mulatos
asnos, caballos y yeguas.

La comarca se da cita
antes de la sementera
para vender y comprar
las yuntas que aren la tierra.

Los hombres forman corrillos
el interés se acrecienta
al tratar de ponderar
al ganado que está en venta.

Consultan con el merchante
todos oyen su sentencia,
convence a unos y a otros
y el trato pronto se cierra.

Pero a veces los gitanos
intervienen en la apuesta,
ofreciendo mejor precio
cuando les gustan las bestias.

También ofrecen a cambio
los animales que llevan,
les miran las dentaduras
y los precios regatean.

Pero los payos recelan
de los hombres de canela,
tienen gran habilidad
de endilgar viejas acémilas.

Esta es la fama que tienen
no se si es verdad o leyenda,
pero el payo está escamado
cuando con calés se encuentra.

Así recuerdo el tablao
de aquellos años de feria.