martes, 29 de junio de 2010

Misterios

Misterios cubren mi mente
cuando contemplo los cielos,
mil preguntas sin respuesta
me hago en este universo.

Pero el misterio no es capa
que oculte lo que no es cierto,
nadie puede distinguir
la realidad, del misterio.

No existen en esta vida
transcendentales secretos,
el hombre los ha inventado
para sacarles provecho.

Ya en las eras muy remotas,
de primitivos ancestros,
la ignorancia dominaba
la mente de aquellos pueblos.

Todo lo que no entendían,
rayos, relámpagos, truenos,
eran misterios de dioses
unos malos y otros buenos.

Los siglos han arrastrado
sus deidades y misterios
y llegan hasta nosotros
como leyendas o sueños.

Nadie puede demostrar
lo que dicen, con los hechos,
sólo palabras que encubren
los engañosos secretos.

Lo que el hombre no conoce
de este grandioso universo,
no se le puede llamar
ni misterios ni secretos.

Son verdades objetivas,
sin magias ni curanderos,
que la mente limitada
no conoce por completo.

Pero cada día que pasa,
con humildad y respeto,
va descubriendo otros mundos
y aclarando los conceptos.

La FIFA y el error consentido

Nunca me ha cabido en la cabeza el proceder de aquellas personas o instituciones que hacen las cosas mal, a sabiendas, sobre todo, cuando esta forma de actuar acarrea grandes perjuicios para terceros. En una mente lógica no cabe esta forma de actuar, a no ser que encubra actuaciones poco acordes con la ética.

Estamos celebrando los campeonatos mundiales de fútbol, y los errores arbitrales han perjudicado mucho a varias selecciones nacionales, y esto se puede evitar sencillamente con usar los medios técnicos de que disponemos hoy día. Así lo hacen en otros deportes, tenis, baloncesto... y eso que en estos deportes, un punto más o menos no tiene la trascendencia que en el fútbol, porque sus marcadores son más amplios, y rara vez un punto inclina la balanza a un lado o a otro. En el fútbol un solo gol, en muchísimas ocasiones, hace ganar o perder un partido, por lo que las consecuencias de un error son mucho más graves.

Los señores de la FIFA siguen sin dar su brazo a torcer, empeñados en admitir, como algo consustancial con el reglamento de fútbol, los errores arbitrales. Y esto no es así. Yo me pregunto:¿ A qué viene tal empecinamiento en el error, con lo que perjudica a veces?.-No hay razón de peso que justifique este comportamiento. Y ante la falta de razones lógicas, cada uno puede pensar, y de hecho lo piensa, que esto del fútbol no es oro limpio, que de esta forma quedan las puertas abiertas para influir en los resultados, induciendo a los árbitros a favorecer a uno o a otro, según convenga a los dirigentes de la FIFA.

Qué manifestaciones más cínicas e hipócritas las del Sr.Blatter, al pedir perdón a las selecciones de Inglaterra y Chile, por los errores arbitrales. Sr Blatter, una persona pide perdón, por aquello que no puede evitar, pero estando en su mano el evitarlo y no quererlo hacer, la petición de perdón se convierte en un sarcasmo intolerable y ofensivo.