Estática caravana
de alineados horizontes,
semejan bellos rebaños
que pacen por llano y monte.
Tierras que visten de blanco,
calizas entreveradas,
los rayos del sol se clavan
en sus cálidas entrañas.
Dionisio le roba a Helios
los rubios hilos que manda,
y en racimos de viñedos
los convierte en oro y plata.
Viñedos de Andalucía
los vinos que de ti manan,
elixir es de los dioses
que a los humanos regalan.
Vendimia, fiesta que Ceres
obsequia, de buena gana,
a los hijos de Tartesos,
que celebran entre palmas.
Los ubérrimos racimos,
arabescos que engalanan
lámparas de verde luz,
que en ambrosía se cambian.
Tradiciones centenarias
de inspirados artesanos,
con duende y magia en sus venas
realizan este milagro.
Tan exquisito manjar
no cabe ya en tus fronteras,
y cual ave universal
en todo el mundo lo aprecian.
Catedrales que los dioses
que dominan el olimpo,
construyen, para guardar
tesoros no, sino vino.
jueves, 8 de abril de 2010
Suscribirse a:
Entradas (Atom)