sábado, 15 de enero de 2011

No me prohibas soñar

Déjame soñar despierto
aunque esta vida no viva,
que me dominen los sueños
volando en mi fantasía.

Que mezcle la realidad
con anhelos de otra vida,
y por esta hibridación
mi alegría no se rinda.

Sueños de felicidad
de una vida compartida,
de amistad que no te falla
aunque te falle la vida.

Déjame crear estrellas
con planetas que no giran,
y pasearme y volar
por galaxias extendidas.

Pasearme por los mundos
sin guerras que los dominan,
donde los hombres no creen
odios, rencor ni mentiras.

Quiero soñar cuando duermo
y también en la vigilia,
soñar no es perder el tiempo
restándolo a nuestra vida.

Soñar es llenar de gozo
la tristeza que domina
las vivencias que creamos
en esta vida vacía.

Soñar es dejar abajo
el lastre que nos domina,
y que impide que volemos
con alas de fantasía.

Vivir en mundos de hermanos
sin pobrezas ni malicias,
donde el amor es el don
que a todos nos unifica.

Mis sueños son trasplantados,
sustituyendo a mi vida,
diseñados y creados
portadores de alegría.