Todos admitimos que hay que gastar menos y mejor , pero a la hora de hacer los recortes, nadie quiere que le toque esta mala lotería, todos se rebelan y esta rebelíon la aprovechan los oportunistas de turno para pescar en aguas revueltas y reorientar las protestas para conseguir sus fines políticos.
No podemos admitir ni un recorte social, mientras haya gastos innecesarios y se emplee nuestro dinero en instituciones que no sirven para nada, como el senado. Las diputaciones provinciales y cabildos están un día sí y otro también, a la greña con los gobiernos autónomos porque sus competencias se solapan y no hay pan para tanta boca. Hay que refundir estas instituciones y evitar así la duplicidad de competencias innecesarias.
En tiempo de crisis hay que suprimir todos los agentes que nos han llevado a esta situación: televisiones y radios autonómicas, policías, sueldos deproporcionados, cargos innecesarios, descontrol en el gasto y una larga lista de derroches que hay que suprimir. Cuando se supriman todos estos gastos, entonces admitiremos el apretarnos todos el cinturón, si es necesario hacer un sacrificio para que la cosa funcione, pero reitero: todos. Hasta ahora, los parados, los funcionarios y los jubilados están pagando el pato, y el resto? Ni un recorte social más mientras no se supriman todos los gastos innecesarios.
miércoles, 26 de octubre de 2011
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
