Quiero liberar mi mente
de ropajes trasnochados,
de prácticas sin sentido,
de costumbres que arrastramos.
Quiero liberar mi mente
de idearios inventados
para servir a jerarcas,
semidioses encumbrados.
Quiero liberar mi mente
de colores encontrados,
ni azúl, ni rojo, amarillo,
o antiguo tinte morado.
Quiero liberar mi mente
de conformismos malsanos
que adormecen las conciencias
y empeoran con los años.
Quiero liberar mi mente
de raquitismos enanos
que consumen el espíritu
y destruyen el encanto.
Quiero liberar mi mente
de conflictos heredados,
hechos que no he cometido
no quiero tener guardados.
Quiero liberar mi mente
de tabúes consagrados
que quitan la libertad
de conocer lo creado.
Quiero liberar mi mente
de ideologías de antaño
contrastando la verdad
sin prohibiciones ni engaños.
Quiero liberar mi mente
de sentimientos malsanos
que nos amargan la vida
creando odio entre hermanos.
Quiero liberar mi mente
de recuerdos ya pasados,
que entristecieron mi vida
y que quisiera olvidarlos.
Quiero liberar mi mente
de lo que me hace daño,
y sembrar en su lugar
gozo, alegría y encanto.
miércoles, 30 de marzo de 2011
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