No estamos en aquellos tiempos pasados en los que había que arrasar con la arquitectura,las costumbres y las fiestas de los antepasados, guiados por un fanatismo irracional, que consideraba perverso a todo aquello que fuera pagano, es decir, no cristiano. Solamente valía y había que acatar las nuevas formas impuestas por el dominador, lo demás había que acabar con ello, so pena de que te llamaran hereje, impío, brujo..... y dieras con tus huesos en la hoguera.
Pero veo que los señores obispos siguen con su cerrazón de no admitir nada más que lo que ellos dictaminan e imponen. No estamos en la edad media, y hoy el ciudadano va adquiriendo cada día más cultura y conocimiento real de las cosas. Es fácil adoctrinar a un pueblo analfabeto y timorato e inducirle y guiarlo al redil que queremos, pero esto, por fortuna, está cambiando, ya no tenemos que vivir de las ideas prestadas a intereses suculentos, sino que nuestro conocimiento nos permite escoger y formar nuestro propio ideario y la vida que, libremente, queremos llevar.
A mi, particularmente, esta fiesta de Halloween no me dice nada, pero tampoco veo inconveniente alguno en que la celebren aquellos que tengan a bien hacerlo. Pretender que las fiestas permitidas sean únicamente las de origen cristiano me parece una pretensión propia de quien se considera dueño y señor de la sociedad, y esta forma de pensar, ya pasó a la historia. Hoy nos caracterizamos por ser abiertos y comprensivos con todas las ideologías y prácticas que sean honestamente buenas y no perjudiquen a nadie.
Señores obispos, el tiempo de arrasar con todo lo que no sea vuestra forma de pensar y de actuar, por suerte, ya pasó, la sociedad hoy es mucho más plural que la parcela que Vds. defienfen, que aunque legítima, no pueden pretender que sea la única y absorba a todas las demás.
jueves, 29 de octubre de 2009
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