domingo, 27 de marzo de 2011

Romance del caballero de plata




















Los almohades dominan
Al-Ándalus agarena,
y por tierras toledanas
escaramuzas proyectan.

Alfonso rey de Castilla
el que en Alarcos perdiera
la batalla con los moros
junto al castillo de piedra,

al papa Inocencio llama
solicitando su venia
para proclamar cruzada
contra la hueste extranjera.

El arzobispo Rodrigo
y otros señores de guerra
acuden a su llamada
con sus mesnadas completas.

En los llanos de Las Navas
los ejércitos se encuentran,
nunca se dió otra batalla
tan terrible y tan cruenta.

Los arqueros se preparan,
la infantería se despliega
lanzando sus largos dardos
contra la hueste que espera.

La caballería se lanza
prestos para la pelea,
y un caballero de plata
aparece en la contienda,

montado en caballo blanco
luce una armadura nívea,
y del color de la plata
son sus brillantes espuelas.

Su espada despide rayos
que impactan en las cabezas
de los moros que combaten,
si a su caballo se acercan.

Sobre su bravo corcel
es un titán, que pelea
haciendo grandes estragos
al enemigo, en la brega.

Todos miran al de plata,
cómo con fuerza doblega
a los guerreros que luchan
con alfanjes y jinetas.

El llano queda sembrado
de dolor, muerte y tristeza
y los moros derrotados
se retiran a  Baeza.

El caballero de plata,
según reza la leyanda,
terminada la batalla,
nadie en el campo lo encuentra.