viernes, 20 de noviembre de 2009

Ocultar la verdad

Muchas veces se confunde la mentira con el error y con ocultar la verdad, son tres conceptos diferentes, que voy a tratar de aclarar. Hay personas que cuando hablan sobre un tema, si se equivocan suelen decir: mentira, y a continuación rectifican el error. Aquí está mal usada la palabra mentira, porque lo que se ha cometido ha sido un error, no una mentira. Para que exista mentira debe haber intención de engañar, y en este caso no hay tal intención, porque inmediatamente se ha corregido el error.

Otras veces, se oculta la verdad a aquellos que no tienen el derecho de que nos sinceremos con ellos, sobre todo si nos hacen preguntas que rozan nuestra intimidad. Hay muchas fórmulas para practicar este ocultamiento, evasivas, mostrar ignorancia.... Otras veces se puede ocultar la verdad para evitar daños y perjuicios a otras personas, sobre todo, cuando no hay necesidad de comunicar hechos, que a todas luces acarrearían daños físicos o morales para otros. La buena convivencia social nos exige muchas veces realizar esta práctica, y es bueno que así lo hagamos.

Por último está la mentira, que según estudié en los tratados de ética, de mis años de estudiante, es, decir lo contrario de lo que se piensa, con intención de engañar. Así que para que haya mentira se deben dar estas dos condiciones, que lo que aseveramos no sea cierto, y además que tengamos la intención clara de engañar.

Las obras públicas, muy caras

Hay obras públicas que salen muy caras, y esto sucede, sobre todo, cuando se retrasan años y años. Se está haciendo una vía nueva que va desde la carretera antigua del norte hasta el Puerto de La Cruz , pasando por el barrio realejero del Toscal-Longuera. Esta vía, que no llega a dos kilómetros de longitud y cuyo trazado discurre por terreno rústico, exento de edificaciones, lo que implica una mayor facilidad para su construcción, lleva la friolera de seis años en obras, a partir de las primeras excavaciones que se hicieron para enterrar las tuberías del alcantarillado.
Lo peor del caso es que a los vecinos de dicho barrio realejero se nos han cortado los accesos naturales al Puerto de la Cruz y a La Orotava, teniendo que usar otra vía alternativa mucho más larga, con la consiguiente pérdida de tiempo y gasto de gasolina y uso de coche. Lo mismo sucede con los ciudadanos de la Isla Baja que vienen a trabajar al Puerto.
Si hacemos números de lo que va a costar esta vía, es para llevarnos las manos a la cabeza, al presupuesto de la obra, que por retrasarse tanto habrá sido corregido y aumentado, hay que añadirle el plus que a diario nos cuesta a los miles de ciudadanos que tenemos que usar la alternativa que es mucho más larga. Si sumamos al presupuesto el gasto total de los ciudadanos,
que resulta mayor que el mismo presupuesto, esta via la podríamos calificar como "vía áurea".
Capítulo aparte merecen los perjuicios que han ocasionado al Hotel Maritín, no me extraña que haya tenido que reducir plantilla. ¿Quién va a venir a un hotel sin dignos accesos rodeado de obras, polvo y todos los inconvenientes que una obra acarrea?
Señores políticos y en especial sr.presidente del Cabildo, tengan un poco de sensibilidad, de respeto por los ciudadanos. No es normal que una obra de estas características no se haya terminado hace mucho tiempo.¿ Se han preguntado alguna vez por las incomodidades que están sufriendo los ciudadanos que tenemos que transitar esta zona a diario?