jueves, 5 de agosto de 2010

He perdido mi estrella


No te encuentro cuando miro
el cielo de mis ensueños,
busco en la noche tu brillo
pero no veo tus reflejos.

No quieres mostrar tu rostro
al amor que por ti siento,
y con las nubes te haces
negro y entorchado velo.

¿Te escondes entre la luna
para ocultar tu gracejo?
¿O a otra galaxia te has ido
en busca de otro amor nuevo?

No me digas que has buscado
el amor de otro lucero,
y que has cambiado tu sitio
en el azul firmamento.

Ya no contemplo tu faz
brillante cual oro viejo,
cuando miro a las estrellas
entre ellas no te encuentro.

No tengo luz en mi vida
si tu rostro no contemplo,
sólo tus rayos avivan
el fulgor de este mi espejo.

Voy a tientas por la vida,
solitario, y ya no encuentro
palabras que me susurren
tus adorados requiebros.

No tengo norte ni guía,
desorientado me siento,
porque mi polar se ha ido
sin avisar, y en silencio.

Preocupaciones de los españoles

Según la última encuesta de población del CIS, (Centro de Investigaciones Sociológicas), las tres primeras preocupaciones de los españoles, en la actualidad, son: primera el paro, segunda la economía y tercera los políticos. Que nuestros ciudadanos estén preocupados por el paro y la economía, es a todas luces, muy lógico y razonable, con los tiempos que corren, pero que estén preocupados por los políticos es una grata novedad .

Es una señal de madurez de nuestra sociedad que estemos preocupados por aquellos, a los que entregamos nuestro dinero, y nuestras instituciones públicas para que nos administren y gobiernen. Cada día hay más ciudadanos que pasan de ideologías políticas y valoran los resultados, el trabajo, los logros, los servicios, el bien hacer de nuestra clase política. Las ideologías es una forma de hacer clientelismo político, que se traducirá en votos cautivos para las elecciones. Este clientelismo es fruto de los intereses o de la ignorancia. El ciudadano libre, sin intereses de partidos, busca los buenos administradores de la cosa pública, las personas mejor preparadas, capaces y honestas.

Es muy preocupante ver el elenco de ministros que nos están gobernando, personas sin preparación alguna en la rama de sus ministerios. Si ya es difícil gobernar para aquellos que tienen una preparación adecuada, no digamos nada para aquellos que son legos en la materia.
Es de una irresponsabilidad incalificable entregar un ministerio en manos de una persona inepta, se está jugando con el bien, no de una familia, sino de cientos de miles de familias, con el bien de una nación.

Claro que nos preocupan los políticos, sobre todo, aquellos que en los ayuntamientos, comunidades autónomas o gobierno central, nos gobiernan; y el sentir del pueblo es que no lo están haciendo nada bien, que no están dando la talla, y ante esta situación, los perjudicados somos los ciudadanos. Esta es la preocupación.