sábado, 9 de mayo de 2009

Mentalidad libre

Hoy me he levantado "filosófico", parece que la mente ha descansado bien y tiene ganas de trabajar, pues nada, adelante, a currar, como dicen los modernos.

Hay que ver la que se ha armado en prensa, radio, televisión, por un simple juego, que se le ha ocurrido a un grupo de jóvenes, en una discoteca. Parece ser que los jóvenes solteros pujaban, de mentirijilla, con dinero falso ,de un juego, en una subasta de chicas solteras y nada más, no pasaba de ahí la cosa. Pues bien, esto ha llegado y ser censurado, hasta en las altas esferas de la nación, icluidos ministerios. Han corrido ríos de tinta ,y las tertulias de radio y tv. han encontrado argumento para sus interminables críticas y lamentaciones por tan enorme pecado machista.

Yo me pregunto: Con la cantidad de graves problemas que vemos a diario, por todas partes,¿ cómo se puede ser tan insensibles para éstos y rasgarse las vestiduras hipócritamente ,ante una broma , aunque no sea de buen gusto? Parece ser que estamos fabricando una nueva moral, y poniéndola de moda ,a través de los medios de comunicación, carente de toda base racional, sin entidad objetiva, sin escalas de valores, dando la máxima importancia a los asuntos de segundo y tercer orden e ignorando los de primer orden.

No es la reflexión de mentes ilustradas y maduras las que cotejan la realidad de los sucesos y acontecimientos, sacando conclusiones que nos sirvan para nuestro comportamiento social y cívico. Es la ocurrencia de cualquiera, sin más aditivos, la que nos quieren poner como norma de comportamiento, coloreándolo con el tinte de moderno.

Capítulo aparte, en este tema, merece la labor de mentalización que los partidos políticos pretenden imponer a la sociedad, y lo peor de todo esto, no es que hagan publicidad de su mentalidad y que cada uno la tome o la deje, que sería lo correcto, sino que cuando llegan al poder, te la imponen en forma de leyes, que obligatoriamente tienes que cumplir. De esta forma, cada vez somos menos libres, nuestra libertad es como una tarta golosa a la que todo el mundo va dando bocados, dejándola reducida a la mínima expresión.