"La Academia de Cine basa tan controvertida decisión en el ámbito moral, siendo según su presidente, Enrique González Macho, una medida «preventiva» que busca «proteger a los niños» de las garras de la legalidad y la fama."
Este señor tiene una idea de la moral muy rara. A los menores se les permite trabajar en el cine, no tengo nada en contra, siempre que las películas que protagonicen sean de un tema acorde con la madurez y el ambiente propio del menor, sin violencias ni perversiones de ningún género. Pero si trabajan y su trabajo es bueno, como el de cualquier otro actor, no veo la razón por la que no se les pueda premiar. Esto es, llanamente hablando, una discriminación por razón de la edad, y como toda discriminación es injusta. Si son buenos para el trabajo, también deben serlo para la recompensa.
Es muy viejo aquel dicho que reza de la siguiente manera : El trabajo del niño es poco, pero el que lo pierde es un loco. No hay que inventarse falsos criterios ni acudir a razones que no convencen para privar a los niños de aquello que se han ganado como cualquier adulto. Hemos desterrado de nuestra pedagogía moderna el premio al trabajo bien hecho, el reconocimiento al esfuerzo, al estudio. Hemos quitado los alicientes que ayudaban a la superación y que de alguna manera premiaban el sacrificio, y así nos está luciendo. Nuestros resultados escolares y educativos son los peores, en varias décadas. Nunca ha rendido menos el dinero empleado en educación.
Sr. González Macho, déjese de marginar a los niños, y si son merecedores de un premio, por su trabajo bien hecho, haga Vd. justicia con ellos y trátelos como al resto de actores, que un premio no va a perjudicarlos, lo contrario sí, si se han hecho acreedores a él y se le niega, únicamente porque es un menor.
martes, 12 de julio de 2011
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