Los campos visten de verde
los fríos ya se han marchado.
Ya llegó la primavera,
sólo hay nieve en los picachos.
Las plantas se desperezan
de su profundo letargo
cambiando su cara gris
por el verde del verano.
La savia despierta atenta
después del largo descanso,
con energía renovada
se dispone a su trabajo,
recorre con diligencia
los adormilados vasos,
y brotes nuevos renacen
en las ramas y en los tallos.
Los almendros se engalanan
de novias, con trajes blancos,
y copos de nieve penden
formando sus bellos pétalos.
El paisaje se renueva,
Apeles en lienzo blanco
ha regalado a Afrodita
la belleza de este cuadro.
Todo es blanco en la arboleda
es menos noche de blanco,
y para aumentar su luz
de algodón forra sus pétalos.
Con el tiempo los almendros
cirros parecen nevando,
y de copos olorosos
cubren el suelo del campo.
Las mariposas planean,
y en las flores van libando
el néctar que les ofrecen
los almendros renovados.
Forman con sus alas blancas
y las flores, bello ramo,
simbiosis que nos muestra
quietud, sosiego y encanto.
miércoles, 6 de abril de 2011
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