por la verdad, en la vida,
a veces cambia su norte
por direcciones prohibidas.
El hombre está sometido
a vientos, que no domina,
y busca seguridad,
aunque incierta la conciba.
No analiza con rigor
conceptos que no domina,
y admite, sin contemplar,
doctrinas que le subliman.
Los deseos le traicionan,
cede a ellos si prodigan
promesas que dulcifican
la crudeza de la vida.