Gitana

Marcada por Helios vivo
cíngara de piel morena,
aceitunas son sus ojos
que al mirarte, te embelesan.

Su mirada es puro fuego,
pasión, dulzura y belleza,
escultura cincelada
en la basanita negra.

Permeada de azabache
su larga y bella melena,
cascada que forma al viento
que en su dorso reverbera.

Cimbrea su fino talle
grácil como una gacela
y levita al caminar
como si fuera una reina.

Lleva la danza en la sangre,
el arte corre en sus venas,
se transforma en un tablao
en torbellino, que ciega.

Agorera de postizo,
con su verborrea camela
al payo que se le acerca,
buscando una dicha nueva.

Lee en sus manos el futuro,
aunque no sabe de letras,
y así se gana la vida
aunque le engañe, a sabiendas.

Tiene un gracejo, al hablar,
que ahuyenta de ti las penas,
y te agrada su expresión
siendo vanas sus promesas.

Así es la gitana, parda,
su mente ágil, ligera,
sus facciones singulares
de renegrida muñeca.