Dos gemelas me nacieron
en el jardín de mi casa,
mas una miró hacia el cielo,
la otra la tierra guarda.
Un esbelto talle lucen
de elegante y bella dama,
y encajes no fabricados
se entretejen con sus palmas.
Con brazos de diosa india
se acarician como hermanas,
y cuando las mueve el viento
bailan con garbo y con gracia.
Si la brisa las refresca
cuando llega la mañana,
sus cintas tiñen de verde
derramando alguna lágrima.
Con pinceles de luz tenue
el sol maquilla sus caras,
y sobre el suelo dibujan
relojes de agujas pardas.
Cuando el huracán arrecia
y el viento arranca sus palmas,
sollozos y desconsuelos
vierten, rompiendo su alma.
Y cuando llega el estío
las noches de viento en calma,
en dos diosas se transforman,
en sueños de luna clara.
Dos gemelas me nacieron
en el jardín de mi casa.
sábado, 4 de junio de 2011
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