domingo, 17 de junio de 2012

El arriero

Con su reata de asnos
por caminos polvorientos
camina a la serrezuela
el arriero del pueblo.

Carga los hondos serones,
que soportan sus jumentos,
con el hato que prepara
el grupo de aceituneros.

En fila india, ordenados,
caminan por vericuetos,
por veredas tortuosas,
entre jarales y brezos.

Todos siguen a azabache,
el garañón del cencerro,
sin que nadie altere el paso,
siguiendo siempre al primero.

Detrás, caminan cantando,
cual procesión, no en silencio,
las mocitas y los mozos
con sus gorras y sombreros.

La aceituna les espera
entre ramblas y repechos,
entre umbrías congeladas
por el frío del invierno.