sábado, 29 de enero de 2011

España se descapitaliza intelectualmente.-P-

Que España está descapitalizada económicamente, lo saben hasta los gatos, y que las medidas tomadas para solventar la crisis y el paro no surten el efecto deseado, y el empobrecimiento sigue su curso y no hay quien le ponga freno, es evidente.

Que los sindicatos, como viven en la abundancia, porque a ellos no les faltan las subvenciones de su generoso protector Zapatero, no hacen nada por solucionar esta tristísima y preocupante situación, es muy de lamentar. Los parados parece no importarles mucho.¿Qué clase de sindicatos tenemos?....¿Se comportarían del mismo modo si a este desastre nos hubiera llevado el PP?¿O tendríamos las calles llenas de manifestantes pidiendo el cambio de gobierno y la solución de la crisis?.....

El vaso no se está colmando, se está quedando vacío, ya no solamente son las arcas las que están vacías, llegando a una descapitalización física del país. Hemos llegado a la fuga de universitarios bien preparados
que se marchan a rendir y producir a otros países. Nosotros cargamos con los gastos de formación, y el rendimiento de su trabajo lo cosechan otros países que no han gastado ni un euro en su formación.

No se le puede reprochar nada a estos profesionales que se ven obligados a tomar el camino de la emigración y salir de su país. No lo hacen voluntariamente, sino impelidos por la falta de puestos de trabajo. Son dignos de elogio, por el sacrificio que tienen que hacer, al dejar su tierra, su familia y sus amistades.Los que se quedan no tienen otra esperanza que el paro o, en el mejor de los casos, el infraempleo.

Estamos perdiendo nuestros jóvenes mejor preparados, y esto implica un empobrecimiento del país y una pérdida de población, porque muchos de ellos encontrarán pareja en otros países y no volverán. Y ante este alarmante panorama, los políticos sólo se preocupan por conservar sus poltronas o por pelear para conseguirlas.

El bien de la nación tiene que estar por encima de las ideologías políticas y no al revés. Cuando empezó la crisis, si los políticos fueran honrados y estuvieran al servicio del pueblo, tendrían que haber formado un gobierno de coalición y a trabajar todos juntos para salir de ella. Que aprendan del caso alemán. Así les a ellos y a nosotros.