Lo peor que le puede acontecer a un periodista que tiene que rellenar una página en un periódico, o un espacio en una televisión, es no tener nada que escribir o decir. Se agarra a cualquier tontería y si hace falta se la inventa. Hay que ver las simplezas que vemos publicadas a diario, escritos sin contenido alguno, faltos de interés y de una superficialidad supina.
Han estado martilleando al bueno de Villa con que si llegaba a los goles de Raúl, partido tras partido. Cada vez que tenían ocasión, no había otra pregunta que hacerle que no fuera reflegarle que no marcaba. Este chico ha tenido mucha paciencia con ellos, pero éstos se creen con el derecho de molestar a todo el mundo, en nombre de no se qué libertad de prensa y expresión. No existe ningún derecho para molestar a la gente y ser unos maleducados, se sea periodista o titiritero.
jueves, 14 de octubre de 2010
Suscribirse a:
Entradas (Atom)