lunes, 3 de octubre de 2016

Ocasión perdida

Se ha perdido una gran ocasión, deseada por la mayoría de los españoles, de formar un gobierno de coalición con un programa pactado y un consenso de perseguir hasta acabar con ella, si esto es posible, la corrupción. Pero nos han demostrado los políticos que no están a la altura que las circunstancias requieren. Se han impuesto los personalismos, la cerrazón, el exclusivismo y el radicalismo y ha faltado la sensatez, el amor al pueblo y la visión de estado. Y es que reina la idea de que esto de la política es una lucha por el poder y no un servicio al pueblo. Al pueblo no le han dado lo que él ha pedido, que sería lo mejor, en las actuales circunstancias, y se ve obligado a escoger lo menos malo. Mientras más se dilate esta absurda situación, y mientras más elecciones haya, más ciudadanos votarán al PP, con la única intención de salir del atolladero en el que nos han metido los malos políticos.