lunes, 10 de junio de 2013

Güimar, de escándalo.

A las personas honradas y maduras le sobran todas las leyes para comportarse en la vida, y si son gobernantes no tendrán que estar pendientes para gobernar, de nada que no sea su buen hacer honrado. Por el contrario, para el trepa, para el que quiere vivir del dinero público, para el que solamente le mueve su ego y nada más que su ego, éste necesita que le legislen hasta el aire que respira.

Esta generación de políticos no tiene nada más que un norte: el poder por encima de todo y a cualquier coste; lo malo es que la legislación, hecha por ellos, le permite trapisondas como las que con frecuencia vemos en ayuntamientos y otros entes políticos. Juegan con los resultados de las elecciones sin importarles para nada el resultado de las urnas, ni la voluntad del pueblo.

La moción de censura a un gobierno tiene sentido, excepcionalmente, cuando el tal gobierno, por su mal hacer, es merecedor del cese en la administración de la cosa pública, pero no porque se apañen los votos de unos ediles, mediante la promesa de  premiarles con el dinero del contribuyente.Estos casos se dan con cierta frecuencia, protagonizados por militantes de todos los partidos, por lo que la cosa es muchísimo más grave. Una constatación más de lo mal que funciona la democracia en España.

Últimamente, este mal hacer se ha dado en el ayuntamiento de Güimar. El PP.,CC, y AxG le han presentado una moción de censura al alcalde socialista, Rafael Yanes. Lo lógico sería que argumentaran este proceder con las razones que les han llevado a tomar esta decisión, pero no, no hay más razones que el trapicheo de
los que consiguen, de esta forma, hacerse con un poder que el pueblo no les ha dado. Que conste que mi intención no es defender al Sr. Yanes, que ni lo conozco, ni a su partido, ya que yo vivo al margen de todo rebaño que necesite ovejas sumisas, mi intención es, valiéndome de este caso como ocasión para hacerlo, el defender la democracia y la voluntad del pueblo.