lunes, 25 de mayo de 2009

¿Público o privado?

Con frecuencia oimos a mucha gente discutir sobre lo público o lo privado. La sanidad, la enseñanza, la banca, las carreteras, las empresas y un sin fín de actividades que directamente inciden sobre los ciudadanos. Yo antes de público o privado valoraría otros conceptos: eficiencia, calidad y costes.

La izquierda, sobre todo la más radical, aquella que raya con lo dictatorial, siempre defiende lo público, no por otra razón, sino porque es el poder gubernamental el que dispone a su antojo y dicta la normas que han de regir y no tienen que darle cuentas a nadie. Y esto lo defienden por encima de la eficacía, de la calidad y de los costes.

La derecha, y sobre todo la más liberal, por lo contrario, defiende, a ultranza, lo privado, no quiere ataduras ni controles de ninguna clase en el ejercicio de la actividad empresarial. Para éstos es un paradigma la ley de la oferta y la demanda y lo defienden por encima de todo.

Para mí, cuando necesito un servicio, me da lo mismo quien me lo proporcione, si la cosa pública o la privada, lo que yo valoraré será si ese servicio es eficiente si tiene calidad y si los costes son los justos. Público o privado me da igual.

Todos sabemos lo bien que funcionan ciertas clínicas privadas y cómo la gente, cuando no ve otra salida, acuden a ellas. Y otro ejemplo lo tenemos en los colegios concertados. Son miles los alumnos que se quedan sin plaza, porque las peticiones de matrícula sobrepasan en mucho a las plazas ofertadas. Esto quiere decir que los padres los valoran y aprecian la enseñanza que se da en ellos.

Lo privado tiene un dueño que vela grandemente por su empresa, poniendo todos los medios para su buen funcionamiento. Lo estatal por lo contrario no tiene un dueño, y la burocracia, que le rodea ,entorpece mucho las intervenciones necesarias para una labor eficaz y a tiempo.

Creo que el papel del estado, más que acaparar y dar directamente servicios al ciudadano,
debería ser la de controlar que los servicios, sea quien sea el que los proporcione, sean buenos y ajustados a un precio razonable. Esto sería más beneficioso para el ciudadano.