martes, 30 de enero de 2018

Mundo manipulado

Hoy vivimos en un mundo totalmente manipulado y manipulable. La manipulación no tiene límites, es una ristra de mentiras, medias verdades, omisiones, inventos....... Los medios de comunicación, tan numerosos y al alcance de la mano de cualquiera, hace que esta pólvora se extienda con suma facilidad por prácticamente todo el universo. En esto de la manipulación llevan la palma los partidos políticos, aunque no es obra solamente de ellos, hoy se manipula  y engaña, que no es otra cosa la manipulación, en todos los sectores sociales, ya que es un medio de conseguir objetivos. Se montan las campañas para ensalzar o denigrar a un personaje, para elevarlo hasta los cielos o hundirlo en los infiernos.

Los años de la opulencia

Estamos ahora echando la vista atrás, y analizando y juzgando los años de opulencia que las instituciones públicas gozaron. Corría el dinero, de tal modo, que a veces no se sabía qué hacer con él. No es de extrañar que los avispados aprovecharan esta circunstancia para desviarlo a las arcas de los partidos y sindicatos, o a sus propios bolsillos. Nadando en la abundancia, esto no era considerado como un problema, más aún, se permitía a las claras para compensar posicionamientos políticos o sociales, todo se compraba, había dinero de sobra. Los jueces, ante la falta de denuncias, no actuaban. Pero llegó el tiempo de las vacas flacas, y la corriente  del caudal dinerario empezó a agotarse, hasta tal punto de desembocar en el mar de la más profunda crisis.
   Este grave problema creó un malestar social generalizado, y ante los problemas, siempre se buscan los verdaderos o falsos culpables, y empezó la lucha de acusaciones entre los mismos partidos, no por el bien de la nación, que este es un objetivo secundario para ellos, sino con la finalidad de desprestigiarse unos a otros, y usar estos casos como armas arrojadizas que les facilitaran conseguir el objetivo final de su actividad política: el poder.

Jugar las cartas

 En política hay que saber jugar todas las cartas. No te puedes dejar llevar de la euforia ante el primer triunfo que tengas en las manos, creyendo que solamente con él vas a ganar el juego. Los buenos jugadores hacen un análisis exhaustivo del juego para que no queden cabos sueltos que te puedan acarrear consecuencias desagradables y cogerte desprevenido. Y sobre todo el buen jugador sabe perder un juego, pero procurando que sea por la mínima, antes de embarcarse en una aventura incierta, que no solo te haga perder el juego, sino la partida. La política es un juego, y hace falta buenos jugadores para triunfar, no valen todos, como nos quieren hacer creer los ambiciosos impreparados.

Corrupción

En mi querida Córdoba, sus habitantes tienen miedo de excavar en sus propias viviendas, porque en todas partes se encuentran con restos de culturas pasadas. Pues, "mutatis mutandis", lo mismo pasa en esta sociedad nuestra, con la corrupción, que en cualquier entidad que se toque, aparece esta lacra. Nos quejamos de los políticos, y con razón, porque para más inri, el dinero defraudado o es público o es producto de concesiones ilegales. Pero esta clase de corrupción es una más de las que existen en la sociedad. Los políticos no han tenido que hacer ningún cursillo para aprender a practicar estas artimañas, son prácticas habituales, y lo único que han tenido que hacer es trasladarlas a la vida pública. Y esto no nos debe de extrañar, porque hemos cortado el árbol y a la vez queremos recoger su fruto.¿Quién defiende hoy los valores humanos? Para muchos ésta es una teoría anticuada, que hay que olvidar, pues bien, en el pecado llevamos la penitencia. No se puede recoger, si previamente no se ha sembrado, pero parece que esto de sembrar no es muy atrayente para aquellos que la única faena que les agrada es la recolección. Sin el freno de la ética, todo está permitido.

No cometas un error

No cometas un error, te barrerán de la Tierra. Hay cosas que por más que las pienso y aunque le de mil vueltas no llego a comprenderlas, y es que a lo peor no tienen comprensión. En este mundo donde cada uno se fabrica una moral a su medida, donde cada uno lleva dos varas de medir en su mochila, donde la bondad e inteligencia se pagan con calderilla, donde el ave de la respetabilidad la han obligado a emigrar, donde los valores humanos y la ética son unas antiguallas, a la hora de sentirse beneficiados, los creadores de este engendro  exigen la perfección en los demás, sobre todo si no son de su línea ideológica.¿Cabe contradicción más ilógica?

Ideas maduras

No es bueno que las ideas que nos muevan sean producto de la moda y no de de un profundo estudio que las haga madurar, y las filtre siempre con el tamiz de la razón, sobre todo cuando esas ideas van a ser determinantes para la vida de muchos ciudadanos. Los sentimientos son humanos, pero también muy peligrosos si no se tiene un control de ellos. Son malos consejeros a la hora de legislar, y la juventud es una edad donde se controlan poco. Los impulsos deben guardarse y dejar que se sedimenten antes de ser empleados, si hay que hacerlo. Hoy día hay una tendencia a penalizar con mucho rigor los delitos relacionados con el dinero, y no tanto aquellos que afectan a la vida humana. Y creo que es un error esta escala de valores. La vida vale infinitamente más que el dinero, y su pérdida es irreparable, el dinero no.Una sociedad madura necesita unas leyes proporcionadas, justas y eficaces.

Pesimismo

Existe una forma de ver la vida que nunca me ha gustado, la de aquellos que en este mundo de claroscuros, solamente ven nieblas y sombras, será quizá porque padezcan un certo albinismo sicológico, o  puede ser también, que vivan cómodamente aletargados en la oscuridad. Por suerte para los humanos, que formamos  esta sociedad, las luces superan en mucho a las sombras, el bien sobresale en gran medida sobre el mal. Pero, incongruencias de la vida, el bien no tiene buena prensa, ni es noticia, parece que los medios de comunicación se complacen en hacernos llegar las cosas desagradables de la vida.
El pesimismo es una lacra que si contamina la sociedad la debilita, corta las alas de la superación , y el sano progreso, y se ensimisma en una falsa impotencia inoperante.

La justicia lo primero.

Ante la masiva contestación de los no separatistas, y la reacción que están teniendo las grandes empresas afincadas en Cataluña, y el aislamiento a que se verían sometidos dentro y fuera de Europa, los capitostes secesionistas están empezando a desinflarse, buscando una salida que los saque de la quema que han ocasionado. Ahora están apelando al diálogo; ante los delitos cometidos, la primera que tiene que actuar es la justicia, de la cual esperamos que aplique toda la fuerza de la ley a estos personajes indeseables y dé con ellos en prisión, inabilitándolos de todo cargo público. Después vendrá el diálogo, pero con interlocutores válidos, nunca con delincuentes rompepatrias.

REFORMA DE LA CONSTITUCION

Mucho se habla de la reforma de la Constitución Española, y es razonable que una Carta Magna que lleva funcionando 40 años, pueda ser retocada, como obra humana que es, y  por tanto sometida a los avatares del tiempo. Pero hay dos voces  que piden reformas distintas, la voz del pueblo y la voz de los políticos. Contradicción que en una genuina democracia no debería existir, la voz de los gobernantes debería coincidir  con la voz del pueblo, a quien dicen representar. Pero no, los administradores se proclaman señores que deciden al margen de su soberano.

Hay temas muy candentes, que están en la boca de todos: sobre todo, la simplificación de la maquinaria administrativa, con sectores totalmente innecesarios, como es el caso del senado, y la consiguiente reducción de los cargos políticos, que solamente sirven para darle un puesto bien remunerado a los que se afilian a un partido.

Las reformas que desean los políticos van encaminadas a  engordar más y más la maquinaria administrativa, lo contrario de lo que desea el pueblo, y a hacer 17 estados, si no independientes en teoría, sí en la práctica, puesto que gozarán de todas las competencias.

Abocados a entenderse

Los pueblos no pueden avanzar creando guetos sociales, creados por la ambición y la insolidaridad de una clase política sin visión de presente, y mucho menos de futuro. Clase política que no ha entendido nada, ni quiere oír las voces de los que queremos un mundo mejor, y este mundo mejor, solamente se podrá conseguir con el entendimiento y consenso de todos, no hay otro camino. Las luchas, de la clase que sean, solamente llevan a la destrucción, esa ha sido la triste historia de la humanidad durante siglos. Pero éste ser inteligente, llamado hombre, no ha llegado a aprender todavía esta sencilla, pero gran lección.

TODOS SOMOS IGUALES.

TODOS SOMOS IGUALES.

No hay nada más inexacto que la afirmación que quieren poner de moda los neoprogresistas:"Todos somos iguales". Nadie es igual a otro, y menos mal, menudo aburrimiento si esto fuera cierto. Cada uno es diferente de los demás, con su bagaje  de cosas positivas y su carga de cosas negativas. Cómo va a ser igual un sabio que un analfabeto, un profesor que un aprendiz, un médico que un paciente. Y es que el principio de: "todos somos iguales ante la ley", hay quien torpe o maliciosamente lo ha querido generalizar, y de ahí viene esta falsa conciencia que quieren imponer en la sociedad. Esto, como quieren ver algunos, no tiene que ver nada con la discriminación, sino con el reconocimiento de los valores de cada persona, pues bien, hoy  hay tal ignorancia de ideas que lleva a confundirlo todo   formando  un batiburrillo caótico. Cada vez hay menos claridad de ideas.

Mal ejemplo

Nuestra sociedad ha avanzado mucho en tecnología en servicios humanitarios en bienestar material, pero ha dado un paso atrás de gigante en valores humanos, y es que ya dice el refrán que las palabras mueven pero el ejemplo atrae. El espejo en que se mira hoy día la sociedad no es nada diáfano, está empañado por la falta de valores éticos. Los padres de la patria, que deberían ser ejemplo para los demás, se han convertido en todo lo contrario, hasta tal punto que hoy son considerados como uno de los grandes problemas que tenemos. Su forma maleducada de hablar y de relacionarse , sus insultos, sus guerrillas por conseguir el poder, su corrupción, su falta de entendimiento cuando se trata de aunar criterios en bien de la comunidad, el vivir con legislación propia que les permite gozar de privilegios injustos, son comportamientos que van poco a poco haciendo mella y corrompiendo, por imitación, la moral de los ciudadanos. Y lo peor de la situación es que el ciudadano se siente indefenso a la hora de emitir su voto, no le gusta lo que tiene delante, pero tampoco tiene libertad para escoger a los ciudadanos que considera son los más idóneos . Antes que la constitución habría que reformar la la ley electoral.

Peligra la democracia

Si los separatismos  no se frenan a tiempo con medidas contundentes, sin miedos, sin cobardías, sin mirar a las urnas, sino solamente con la mirada en el bien común y en la unidad de una nación que cuenta su edad por siglos, podemos correr el riesgo de que la democracia en España termine su carrera. Ha habido mucha dejadez, mucha permisividad, yo diría que bastante despreocupación por parte de los gobiernos de la nación, sabiendo que el enemigo del secesionismo estaba y está dentro de casa.

El revanchismo y la política

Hay muchos caminos falsos y equivocados para entrar en política, y muchos son los que los toman, no se si a sabiendas, o por la atracción que el poder y la recompensa económica ejerce en la mente de los humanos, pero no me voy a referir hoy ni al poder, ni al dinero, sino al revanchismo, éste es un sentimiento que tiene muy malos progenitores: el odio y la venganza.
 Se dice que el tiempo puede con todo, pero eso es solamente un decir, a veces, el tiempo no cura los pesares y las ofensas humanas, sino que lo que hace es que maduren y se agranden. Hay políticos a los que oyes hablar y su verbo está envenenado de revanchismo, de lucha, de rencor. Estos han tomado un camino totalmente falso, el camino de la política no es otro que el del servicio al pueblo, a la política no se viene a desahogar pasiones ni a hacer guerrillas ideológicas, sino a servir.
 No nos ha de extrañar que una buena parte de la clase política sea ineficaz, no pasaría nada si no existiera, y es que ha perdido el norte,ha equivocado su vocación.

A los políticos

Señores políticos el pueblo español les paga para que nos gobiernen y den soluciones a los problemas que tenemos y no para que estén todo el día peleándose, haciendo el payaso e insultándose. No nos importa nada sus luchas internas por hacerse con el poder, para esto no les estamos pagando, nos están defraudando, porque no vemos que estudien y presenten soluciones a las necesidades de los ciudadanos, y esto se lo decimos a todos, a los que están en el gobierno y a los que están en la oposición. Han confundido los foros parlamentarios con un patio de vecinos mal avenidos, y esto es muy de lamentar. Van al parlamento a defenderse a sí mismos, y a arrojar toda la basura posible contra el contrincante, y olvidan que para esto no han sido elegidos. Tienen que tirar todos de un mismo carro, España, y el que no entienda esto no merece el puesto que ocupa.

Existe otra democracia

Existe otra democracia, pero la clase política no hace nada por descubrirla, ni siquiera ante el triste espectáculo que unos y otros están dando,  a pesar de que el pueblo los considera un gran problema nacional, no se preocupan  de pensar e indagar en otras formas de hacer política, hasta ahora los políticos han implantado "su democracia", pero huyen de buscar la democracia del pueblo.

  Últimamente parece que la panacea va a ser la reforma de la constitución, y no es que yo no vea razonable corregir lo que se ha quedado obsoleto, pero mucho me temo que en realidad, lo que pretenden es  dotar de más prerrogativas a los Reinos de Taifas y de más privilegios a sus reyezuelos y corte.

El pueblo sigue siendo pueblo, masa manejable y manipulable, a quien conducir al establo que más les interese. Esa sarta de eslóganes: el pueblo soberano, el poder está en el pueblo... no son más que frases vacías de contenido. Seguimos con unos gobernantes que se han encaramado en la cúspide del poder y lo de servir al pueblo es una quimera para engañar a los crédulos.