lunes, 4 de enero de 2010

La iglesia vasca.-P-

Lo acontecido con el obispo Munilla, ha venido a confirmar lo que tantos pensábamos, y no por otra razón sino por los casos que hemos ido observando a través del tiempo.

La ideología política se ha impuesto por encima de las normas que rigen la vida sacerdotal, de un gran número de sacerdotes de las diócesis de S. Sebastián. El rechazo del nuevo obispo no tiene precedente en la historia de la iglesia. ¿Qué es lo que le achacan al nuevo obispo?.-¿Su falta de nacionalismo partidista?.-Esto es intolerable. No creo que sea el amor a sus diocesanos y el seguimiento de la doctrina de Jesuscristo, que son los pilares básicos, lo que le falte al nuevo obispo.Lo demás es de segunda categoría, e incluso, son cuñas bastardas que se han incrustado en una institución que debe ser católica, es decir abierta a todos los pueblos.

Por desgracia los hechos se repiten, el cristianismo ha sido manipulado por los poderosos a través de la historia y se le han creado miles de caras, aunque algunas de ellas no tienen, en absoluto, nada de cristianas. Pero la ambición de poder no encuentra freno ni en las enseñanzas de Jesús.
¿Qué nos queda del cristianismo de los tiempos de Jesús?.-Muchos lo han usado para encumbrarse en palacios y dignidades humanas, dándole la espalda a la genuina doctrina cristiana, la caridad, en el primigenio sentido de esta palabra, no en el sentido peyorativo con que muchos la usan hoy.

Todos sabemos que para dominar y someter a los hombres y hacer de ellos peones de nuestro juego, lo más eficaz es dominar su mente y sus ideas. No existe iglesia local alguna que pueda llamarse cristiana, el cristianismo es universal, lo demás son enmascaramientos de una realidad que no sería fácil de ser admitida si se presentara sin disfraces. El cristianismo no es excluyente, y menos entre sus propios miembros. Se podría entender que hubiera un cierto malestar en el nombramiento de un obispo, por considerar que no es una persona idónea, por sus grandes carencias o por otros argumentos de índole moral, pero nunca porque su ideología no sea la de un determinado partido.

Caras de la vida

No se contar las vivencias que siento
cuando analizo, en silencio, los momentos de mi vida.
Mas que una persona, soy un habitáculo,
donde muchos y diversos personajes habitan.

Cada uno representa su papel en esta comedia,
según el traje que viste y las palabras que expresa.

Pero por muchos disfraces que use en esta fiesta,
todos, pronto, adivinan que la máscara es de tela.

De esta mansión aparente nacen cien mil personajes,
cada día, cada hora, cambian ufanos sus trajes.

Raíces de un mismo árbol, injertos insospechados
que brotan flores diversas de un mismo tronco ajado.

Ángeles y demonios, samaritanos y santos,
asesinos y ladrones y personajes nefastos.

¿A cuántos de estos personajes interpretamos en vida?
Un poco de cada uno guardamos en nuestra mochila.