viernes, 10 de febrero de 2012

Pinceladas 65

  • Antes de corregir a otro, piensa si el equivocado eres tú.
  • Las enfermedades son las averías del cuerpo humano.
  • No hay palabras impronunciables, sino palabras que no las queremos oir.
  • No todos los palos que te da la vida son inmerecidos.
  • Pregúntale al frutero para qué sirven los insectos.
  • Los campos no se avergüenzan cuando están desnudos.
  • Al final sólo nos quedan los recuerdos.
  • El poeta vive en otros mundos, tantos como poemas.
  • La soberbia es un gran muro que te separa y aísla de la sabiduría.
  • La persona inteligente es la que cada día aprende que le quedan muchas más cosas por aprender.
  • No hay que confundir la fidelidad con la esclavitud.
  • El hombre siempre tiene algún motivo para no sentirse desgraciado.
  • Si el sol no entra en tu casa, sal a la calle a buscarlo.
  • Si la vida no te hace flexible, corres el riesgo de romperte con sus golpes.
  • Las miradas son más elocuentes que las palabras.
  • Nos queda tan poca libertad que, a veces, piensas si merece la pena luchar por ella.
  • Al hombre le pasa lo que a los frutos, que solamente conocemos de ellos la cáscara.
  • La extravagancia debe estar muy extendida, al sopesar la cantidad de extravagantes que triunfan.
  • El hombre libre no echa raíces en un metro cuadrado de tierra.
  • La libertad siempre tiene las alas extendidas.