miércoles, 28 de diciembre de 2011

Los puntos sobre las ies.

Tomo aquí las manifestaciones del Sr. Chaves y la versión que da de los hechos que nos han llevado a este estado de ruina económica y social que padecemos. A la verdad, que como es costumbre en los políticos, la culpa siempre es de otros, jamás reconocen sus errores, su incompetencia, sus ideas fijas.

—Antes se lamentaba por la derrota del 20-N. ¿En qué se ha equivocado el PSOE para obtener los peores resultados de su historia?

—Aunque no debe servir de excusa, la crisis ha sido la causa fundamental, aunque no única. Creo que hubo una decisión, el decreto ley de mayo que estableció la reforma laboral y de las pensiones, que fue necesario e imprescindible para que España no fuese intervenida. Pero esa decisión fue letal para nuestro electorado, que entendió que era propia de la derecha. No supimos calibrar el coste político.

Sr. Chaves debe Vd. de tomarnos por tontos a los españoles, ya no somos un redil de analfabetos que no sabemos calibrar los acontecimientos. Los españoles pensamos que los hechos no son como Vd. dice, para escaparse por la tangente. Vds. no quisieron ver la crisis a su tiempo, porque perjudicaba su intereses políticos, y una vez admitida, con mucho retraso, la han administrado de la forma más nefasta para los intereses de España.

—La gestión de Felipe González asentó el diseño del equilibrio autonómico del Estado. Hay una percepción social de que la gestión de Zapatero ha debilitado este equilibrio.
—El Estado autonómico con los nuevos estatutos no ha cambiado sustancialmente el diseño que se hizo en la Constitución. En los últimos tiempos estamos asistiendo a un juicio sumarísimo contra el Estado de las Autonomías, al que se acusa de ser poco eficiente y despilfarrador. Eso es injusto; es verdad que hay solapamientos que hay que corregir, pero todo el progreso y modernización de este país los últimos 30 años está ligado al Estado de las autonomías, que por supuesto es un Estado mucho más barato que el Estado centralista al que nos quieren llevar algunos.

Sr. Chaves que Vd. diga que el Estado de las autonomías es mucho más barato que el Estado centralizado es cerrar los ojos y no querer ver la realidad de las cosas. Hoy somos muchos los ciudadanos que estamos informados de los aconteceres públicos y políticos y sabemos hacer nuestros juicios de valor sobre los mismos. Gobiernos, parlamentos autonómicos, cadenas de televisión y radio, policías, funcionarios.......esto sale gratis? Vamos Sr. Chaves, no trate de engañarnos para justificar unos puestos para políticos, innecesarios y muy costosos.

—Imagino que en este planteamiento reivindica el papel de su generación. ¿Fue un error de Zapatero no contar con la «vieja guardia» del PSOE?

—Creo que ha contado con bastante gente de la generación de Felipe. Ha contado conmigo, con María Teresa Fernández de la Vega, con Alfredo Pérez Rubalcaba, con Elena Salgado... Eso no responde a una realidad.

El gran error fue del PSOE al entregar un gran partido a unos novatos sin experiencia y arrinconar a los hombres más valiosos, esperamos que en el próximo congreso no vuelva a cometer el mismo error. Lo malo de esta decisión es que la torpeza y el empecinamiento de estos gobernantes la hemos pagado, no sólo el PSOE, sino toda España. Ese fue el gran error.
—Bueno, jubiló a muchos dirigentes...
—Es verdad que cuando llegó Rodríguez Zapatero hubo un esfuerzo de renovación, pero renovación no es igual a rejuvenecimiento. La renovación se puede dar con personas de distintas generaciones, y creo que eso fue lo que hizo Zapatero.

No entiendo por renovación poner en cargos de responsabilidad del partido y del gobierno a jóvenes inmaduros, carentes de preparación, sin haberse fogueado previamente en cargos inferiores y haber demostrado su idoneidad. Hoy existe en todos los ámbitos de la sociedad, y en los partidos políticos en particular, una gran ambición por escalar el mando, por trepar cuanto antes a las alturas del poder, y a la verdad que muchos lo consiguen, sin méritos propios. Y esto no es bueno, hay que escoger a los mejores y no a los más atrevidos.