domingo, 21 de noviembre de 2010

¿Guerra de crucifijos?

"La ciudad de Almendralejo se ha echado a la calle este viernes para protestar por la decisión de la Junta de Extremadura de quitar los crucifijos y símbolos religiosos de algunas aulas del colegio público "Ortega y Gasset".

Las costumbres no se pueden erradicar en un pueblo, de la noche a la mañana, ni por medio de una ley ni por el golpe de un dictador. Es el pueblo soberano, creo que algo de esto tiene que ver con la democracia, el que seguirá con la costumbre o prescindirá de ella, cuando lo crea conveniente. Las imposiciones vengan de donde vinieren, son fruto de un poder totalitario y como tal, antidemocrático.

   Los centros escolares deben gozar de libertad para organizar su vida interna sin que se les atosigue con imposiciones externas. Hay centros escolares, que por su situación geográfica, histórica y social se diferencian de otros que tienen otro entorno diferente, y esto hay que tenerlo muy en cuenta, si no se quiere crear una problemática esteril e innecesaria. Y claro, en caso de diversidad de opiniones, mientras no encontremos alguna fórmula mejor, hay que aplicar la ley de la mayoría. Hay colegios donde, por costumbre, sigue el crucifijo en las aulas de estudio, pero ha habido algún padre, que guiado de su ideología ha protestado y quiere que lo retiren. En estos casos hay que recurrir a la votación de los padres de los alumnos, se entiende que son menores de edad, y que se imponga la opinión común.

  La presencia de la cruz, en un pueblo mayoritariamente cristiano, es un símbolo que abunda por doquier, y a ninguna persona razonable le extraña su presencia. Que el estado se haya decantado por ser un estado aconfesional, esto no significa que deba ser anticristiano, ni antimulsumán, ni anti nada. En este tema lo que los gobernantes deben hacer es respetar la voluntad de los pueblos y no dictaminar leyes que vayan en contra de ella, eso es entender la democracia y la justicia. El pueblo español, al menos teoricamente, es mayoritariamente cristiano, y esto tiene que entenderlo cualquier clase de gobierno que detente el poder y respetarlo.