jueves, 26 de abril de 2012

Pinceladas 74

  • Hoy me he encontrado con una garcilla prisionera en mar abierto.
  • No nos sirven estos políticos para la democracia, se han quedado anticuados y radicalizados.
  • Los sindicatos no se han dado cuenta que vivimos en el siglo XXI , siguen los mismos métodos que en el XIX.
  • Un gobierno no es malo o bueno por sus ideas ni por sus adeptos, sino por sus resultados.
  • El problema de la política es que todos quieren mandar y muy pocos gobernar.
  • La atmósfera tiene todos los caminos abiertos, pero no sabemos caminar por ellos.
  • Cuando pierdes un amigo, pierdes una parte importante de tu vida.
  • En la vida hay que distinguir muy bien entre los que quieren tu bien y los que quieren tus bienes.
  • El hombre se parece mucho a los árboles frutales, mientras tiene frutos que repartir tendrá muchos amigos que le visiten.
  • Si los políticos no manejaran el dinero de nuestros impuestos, sería una simple secta que nos preocuparía poco.
  • El otro día le oía decir a un viejo amigo: Sí esto sigue así, todos terminaremos por ser franquistas, menos los políticos y sus estómagos agradecidos.
  • ¿Dónde ha quedado el entusiasmo de los primeros años de democracia?.......
  • Muchos no quieren reconocer que estamos afectados por una grave epidemia económica y que los medicamentos que tenemos que tomar no son nada agradables, aunque necesarios.
  • ¿Para qué ha servido la huelga? Para perder miles de millones de euros y molestar a los ciudadanos.
  • Los sindicatos tienen que cambiar de métodos y estrategías si quieren ser válidos para el mundo de los trabajadores.
  • Somos un país de pícaros y poco solidarios con los que tienen menos.
  • He oido tanta mentira y tanto disparate de boca de los políticos que nos han provocado la crisis, que mis cimientos democráticos se han sentido sacudidos.
  • ¿Cómo se puede estar diciendo con la boca lo contrario de lo que ves con los ojos?
  • Es un disparate la forma actual de financiar la vida pública de un país, hay que buscar urgentemente otras formas menos costosas.
  • Los intereses de la deuda pública española es propia de un país de locos irresponsables.