No quiero gastar mi tiempo
en sueños descontrolados,
en fantasías no queridas,
en vivencias que no amo.
No quiero dar rienda suelta
al subconsciente, pues trato
que nadie mande en mi vida,
y me tenga por esclavo.
Los sueños son incoherentes
y a veces disparatados,
mezclan el Cielo y la Tierra
sin que el motivo sepamos.
Fabrican sus personajes
como si fueran de trapo,
los maquillan y colocan
en tu futuro y pasado.
A veces lo pasas mal
con sueños estrafalarios,
que te agobian y acongojan
con su maldad y su escarnio.
No quiero sueños que juegan
con mi libertad de humano,
que me programan y obligan
a hacer lo que no he pensado.
lunes, 11 de febrero de 2013
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