No equivoques el camino
sembrando odio entre hermanos,
no creemos más infiernos
ni sequemos más los campos.
No equivoques el camino
dejando pena a tu paso,
que no cuesta ser afable,
atento, y bien educado.
No equivoques el camino
buscando paraísos falsos,
felicidades que viven
sólo en mitos inventados.
La felicidad no es flor
que encuentres en los mercados,
su precio no es material,
ni su autor, un artesano.
La felicidad la engendra
el amor bien encauzado,
que se asienta en la bondad
y desparrama su encanto.
No busques otro camino
en este mundo de engaño,
que el de las cosas sencillas,
que es el camino apropiado.
sábado, 13 de octubre de 2012
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