viernes, 5 de febrero de 2010

¿Mucha lluvia o mala construcción?-P-

Siempre es muy desagradable ver a personas que pierden sus pocas pertenencias, adquiridas con sacrificios y privaciones, y lo que es mas lamentable su casa y a veces la propia vida. Nos parece bien que se atienda económicamente a estas personas y se les ayude en la desgracia. Pero yo me pregunto:¿No sería más eficaz emplear este dinero en prevenir los riesgos y que no se llegara a estas situaciones tan lamentables?

Existen, a mi juicio, dos cosas que habría que tener en consideración y que no se atienden.
La primera la ubicación de las viviendas. Hay casas construidas en lugares, que a todas luces no son apropiados ni idóneos: barrancos, hoyas, parte baja de montañas.... En estos casos las autoridades municipales nunca deberían haber dado los permisos de construcción y vigilar que la obra no se haga clandestinamente.

La segunda cosa que no se atiende es una red de alcantarillado adecuada y otras obras que paliarían los efectos destructores del agua. Las lluvias ocurridas en Santa Cruz y resto de la isla, son muy frecuentes en otros lugares y no dan origen a los males que ocurren aquí. Se construye sin pensar en la lluvia y esto no es admisible, porque tarde o temprano ésta hará acto de presencia, con todas sus consecuencias negativas. Esta es una asignatura pendiente que rogamos sea estudiada y resuelta por las autoridades pertinentes, de una vez para siempre y que no tengamos que estar lamentando los mismos males cada vez que llueve un poco más de lo acostumbrado.

¿Quién soy yo?

Todos me ven diferente
con su color meridiano,
cada uno me comtempla
con su dibujo en la mano.

Para algunos soy un viejo
reguñón y mal hablado,
solo la cáscara ven
del maduro ser humano.

Yo siento que no ha cambiado
a peor mi pensamiento,
más lúcido y sin temor
se ha formado con el tiempo.

Labor selectiva hago,
despojando de hojarasca,
la gran cantidad de cosas
que mi vida mal arrastra.

Con serenidad tranquila
observo acontecimientos,
encontrando las raíces
de lo que ocurre en el tiempo.

Siento cierto resquemor
de ver este mal gobierno
de personas inmaduras
sin experiencia ni acierto.

No buscan el bien común
los que gobiernan al pueblo,
sólo ponen su objetivo
en conseguir un gran sueldo.

Ignoran con arrogancia
la sapiencia del mayor,
olvidando torpemente
que cada día es mejor.

No juzgues, con ligereza,
las arrugas de mi piel,
mi mente no tiene arrugas
razona y juzga muy bien.

Yo no soy un viejo inútil,
ni tampoco un jovencito,
soy un humano maduro
más sabio y más reflexivo.