jueves, 16 de junio de 2011

El pueblo de mi niñez

Pueblos sencillos de España
tranquilidad y nobleza,
historia sin falsear
se lee en tus nobles piedras.

Casas blancas cual palomas,
de granito, roca densa,
son tus paredes que forman
las pequeñas fortalezas.

La cal blanquea tu cara,
limpia como la azucena
que de los rayos del Sol
protege a nuestras viviendas.

Tus tejados, ocre vivo,
alfares de rojas tejas
que los romanos y moros
nos dejaron en herencia.

Calles estrechas, las losas
forman tus limpias aceras,
donde los niños jugaban
sin que peligros corrieran.

Empedrada la calzada,
los carros pasan por ella
con sus ruedas aceradas,
chispas despiden las piedras.

En el centro de mi pueblo
destaca su hermosa iglesia,
nave amplia, sin columnas,
cruz latina y torre esbelta.

En la plaza del mercado
al alba montan las tiendas,
porque la gente madruga
y pronto llena su cesta.

Labriegos y ganaderos
en la Jara y la Dehesa
pastorean sus rebaños,
y olivares en la sierra.

Gente sencilla, sufrida,
trabajadora y discreta,
así son los pozoalbenses
de mi niñez, de mi tierra.