martes, 4 de junio de 2013

Torrelodones, un ejemplo.



Hoy voy a comentar un caso singular y ejemplarizante en el mundo de la política española. Es una bocanada de aire fresco dentro del clima asfixiante que nos ha creado la tradicional clase política, y un espejo donde deberían mirarse los políticos que nos han llevado a la ruina económica, endeudándose y gastando más de lo que tienen.

Un grupo de vecinos de Torrelodones, bien formados intelectual y profesionalmente, cansados de la forma de gobernar de los políticos, se reunieron y se presentaron a las elecciones municipales de su ayuntamiento, sin siglas ni otra ideología que la de servir a su pueblo.

En el 2011 se hicieron con el gobierno municipal. En dos años han saneado la hacienda pública, pasando de un déficit de medio millón de euros, a un superávit de más de 2 millones, en el primer año, y de 5 millones en el segundo.

Comenzaron por quitar todos los gastos innecesarios, suprimieron los puestos de personal no necesarios y los cargos de confianza. Solamente tres se dedican a la labor política a tiempo completo, los demás siguen con sus trabajos anteriores. Son universitarios bien formados, dominando dos y tres idiomas. Su política de ahorro se basa en juzgar, con buen criterio, los gastos que no son necesarios y evitarlos. De esta manera tienen fondos para emplearlos en los servicios necesarios.

Su modelo de gestión ha trascendido a la prensa extranjera, calificando el caso de "modelo de limpieza política".

Los ciudadanos están muy contentos con su gestión. Ellos se definen como simples ciudadanos, sin tintes de izquierdas ni de derechas, ni de cualquier otra ideología, admiten a cualquier vecino en su grupo, solamente exigen trabajo honrado e inteligente.

Que cunda el ejemplo para que los actuales políticos vean cómo hay que gobernar, porque la actual forma de gobierno no tiene nada de servicio al pueblo.