lunes, 21 de enero de 2013

Falsear la Historia


Hemos de escribir la historia
sin arcos iris floridos,
con los hechos en la mano,
sin pinceles florecidos.

Sin los tintes que embellecen
personajes ya vividos,
maquillajes adulones
que ocultan lo sucedido.

La historia no es una res
que por caminos sabidos
es conducida sumisa
y guardada en el aprisco.

La historia es vida de ayer
que los pueblos han vivido,
realidades agradables
o aconteceres malignos.

Muchos quieren hoy trazar
las sendas por donde han ido
los caminantes que antaño
con su vida han construido.

Sin pensar que el que camina
ha trazado su camino,
y ahora quiere el que le sigue
corregir lo que ha vivido.

Si no sabes caminar
por senderos escogidos,
crea las rutas que te lleven
a tus lugares vacíos.

No seas hito que equivoca
al peatón y al peregrino
porque no quieres decir
la dirección del camino.

No debemos falsear
los hechos acontecidos,
ni por intereses propios
relegarlos al olvido.

La historia es como es
son hechos acontecidos
que no podemos borrar
ni cambiar a nuestro estilo.