martes, 7 de julio de 2009

El sacrificio

Hay tantas rémoras en las creencias de las gentes sencillas , que ya es hora de aclarar las cosas y separar la paja del trigo. Parece ser que los dirigentes de la religión no tienen prisa por cortar aquello que se ha arrastrado durante siglos, y que hoy día no tiene sentido alguno.

¡Cuánto nos han inculcado el amor al sacrificio!.- Pero el sacrificio por sí mismo no tiene sentido ni es bueno para nada. ¿Qué padre bondadoso se complace en ver sufrir a sus hijos?.-Ninguno.
Todos los padres tratamos de evitar el sufrimiento de nuestros hijos, porque éste no conduce a nada bueno.

De otra cosa se trata, cuando tenemos que aceptar sacrificios que son necesarios para conseguir bienes superiores, ya no se trata del sacrificio por el sacrificio, sino como medio para obtener objetivos superiores. Las horas y horas que el estudiante , de día y de noche , dedica a las asignaturas de su carrera. Las horas de insomnio que sufre una madre para atender a su hijo, y así podríamos seguir citando tantas y tantas situaciones de la vida que implican el aceptar sacrificios necesarios para obtener metas superiores.

Sacrificios estériles, no, sacrificios que generen logros satisfactorios, sí.