sábado, 5 de diciembre de 2009

A mi gato

Mi gato es un sibarita
comodón como ninguno,
listo ,sagaz y mandón
rey del imperio gatuno.

Mi casa se la conoce
desde la planta al tejado,
y escoge el sitio mejor
para dormir bien echado.

Es melindroso comiendo,
nada de sobras ni raspas,
su menú bien se lo escoge
y siempre pide la carta.

De pescado no le hables
si no es pescado fresco,
congelado no lo quiere
porque dice que está viejo.

Se ha apuntado, el muy tunante,
a las marcas de primera,
y a mi cuando voy al super
me encarga las que más cuestan.

Cuando le digo que cace
ratones y cucarachas,
él me responde: anticuado,
eso mi abuelo lo usaba.

Ya vivimos otros tiempos
en casas de la ciudad,
la comida que comemos
tiene ya caducidad.

Agredir a los vecinos
por muy ratones que sean,
son costumbres muy antiguas
que tu conducta te afean.

No querrás que me intoxique
comiendo ranas y ratas,
pues luego el veterinario
te cuesta más que las latas.

Si no me cuidas con mimo
con caricias y recato,
me voy a la sociedad
a denunciar tu maltrato.

Y prepárate amiguito,
porque viene una inspección
y te meten un paquete....
como tenga una infección.

Este gato sabidillo
ha estudiado en la Sorbona
y las leyes de su especie
se las sabe de memoria.

Es muy limpio, eso sí,
porque se lava la cara
varias veces, cada día,
por la tarde y la mañana.

Todo lo que gasta en latas
se lo quiere ahorrar en agua,
pues huye de ella veloz ,
porque ni un galgo lo alcanza.

Cuando ve el televisor
sentado en su sillón nuevo,
se ríe del gato andaluz
por su jocoso gracejo.

Yo quiero un gato de campo
ni culto ni refinado,
que sepa cazar ratones
y que viva en el establo.

Vaya gato que yo tengo,
lo regalo y con corbata,
a ver si se va de casa
y lo pesca alguna gata.

¿Héroes o villanos?.-P-

La historia de la humanidad y de los pueblos, que ha llegado a nosotros, en gran parte, son catecismos corregidos y orientados en la dirección de los intereses de los que hacen y escriben la historia. Primero porque los historiadores contemporáneos de los hechos no tenían libertad para narralos tal y como sucedieron, sobre todo, cuando los poderosos no quedarían bien parados con la narración verdadera de los hechos y segundo, porque estos caudillos poderosos se rodeaban de una corte de interesados en hacer de él un mito que le ganara el aprecio y el reconocimiento del pueblo, para poder implantar un gobierno dictatorial.

Muchos de los personajes que hoy nos presentan como revolucionarios y salva patrias, no son sino asesinos carniceros que eliminaban a todo el que no se doblegara a su inflexible voluntad de mando. Para ellos no había prisioneros de guerra, por muy humildes que éstos fueran, y por muy poca oposición que pudieran hacerle. Con una mascarada de juicio, y muchas veces sin este trámite siquiera, mandaban fusilar a todos los prisioneros que habían capturado.

Podría hacer una larga lista de estos personajes, que hoy, tienen estatuas y monumentos en muchas ciudades y países del mundo, pero que realmente fueron unos criminales, merecedores de juicios sumarísimos, como lo fueron los criminales de la Alemania nazi.
Monumentos a estos personajes, no los tenemos tan lejos, cada día paso por delante de uno de ellos y me acuerdo de la infinidad de seres humanos que mandó masacrar en una de las repúblicas sudamericanas.

La historia se maneja al gusto e interés de los que se benefician creando personajes distintos de los reales y callando todos los crímenes y desmanes cometidos.