- Hemos agregado tantas adherencias a nuestras vidas que lo natural ha pasado más que a segundo, a último plano.
- Nos hemos puesto tantas etiquetas, que hemos olvidado nuestro propio nombre.
- No se puede aprobar una sociedad que admite como natural la guerra, el hambre y la posesión desorbitada de bienes por parte de unos pocos, y la pobreza de los demás.
- Es tal la avaricia de algunos que, si pudieran controlar el sol, querrían hacerlo de su propiedad.
- En muchas cofradías andaluzas de semana santa se imponen los sentimientos a cualquier otra forma de comportamiento.
- Si analizamos un poco el comportamiento del hombre actual comprobamos que a veces quiere, a la vez, una cosa y su contraria.
- No se puede conseguir un objetivo sin poner los medios necesarios para lograrlo.
- Hay quien se aferra a vivir de sus ideas aunque éstas le engañen.
- El odio no puede ser ideario de nadie.
- Hay que distinguir, claramente, entre lo legal y lo justo.
- No sólo hay leyes injustas en las dictaduras, también las hay en las democracias.
- Sin viernes santo no hay domingo de resurrección.
- El sentimiento es el clima de la semana santa andaluza.
- El que mucho habla parece pensar que los demás son mudos y sólo tienen oídos.
- Si metemos en una redoma al Franco, demonio, de los de izquierdas, y al Franco, ángel, de los de derechas, y agitamos, nos sale el Franco real histórico.
- Todos los partidos políticos quieren ser dios, y hacer a los hombres a su imagen y semejanza.
- Desde que se inventó la comida de plástico, hemos abandonado el cultivo de la tierra.
- Tiene tanta fuerza la tradición que, aunque en muchos casos consideramos que es irracional, seguimos admitiéndola.
- Vivimos caminando por algunas sendas, aunque a veces éstas no nos lleven a ninguna parte.
- El hombre no ha de estar sometido a otro hombre, sino a la razón.
jueves, 28 de abril de 2011
Greguerías 40
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