Nunca trabaré tus alas
ni pediría a los vientos
que no te dejen volar
cuando sea ese tu deseo.
No te siento ya cercana
aunque te tenga a dos metros,
tu presencia no está aquí,
y menos tus pensamientos.
Tus silencios estudiados
penetran en mis adentros
y carcomen mis entrañas
con los dientes del desprecio.
Tu sonrida no aparece
en tus labios, sólo veo
tu mirada distraida
cuando mirarte pretendo.
Ya no siento tus caricias
ni tus palabras entiendo,
sólo afirmaciones vagas
o monosílavos serios.
Siento frío cuando te toco,
ya no transmites afecto
ni deseos de quererte,
parece que toco a un muerto.
No te quedes en mi casa
si ya no sientes afecto
ni cariño ni pasión
ni comprensión ni deseo.
No me llena convivir
con resignados afectos
ni compromisos creados
ni leyes que yo no entiendo.
Las puertas tienes abiertas,
no soy ningún carcelero,
el amor es entre dos
libre, sin jaulas ni frenos.
Tus alas tienes intactas,
extiéndelas, traza el vuelo
que tu corazón te pida
para encontrar nido nuevo.
martes, 28 de junio de 2011
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